págs. 635-655. "Lo universal y lo local. Paisaje, clima, cultura"
La sensibilidad al clima, el contexto y la localización geográfica también estaba entretejida en la arquitectura moderna española, y cuando ciertos arquitectos catalanes de los años 1980 ponían en práctica una modernidad con acentos mediterráneos (por ejemplo, José Antonio Martínez Lapeña, Elías Torres, Josep Llinás o Carlos Ferrater), de hecho, prolongaban una cadena de soluciones anteriores a problemas análogos que se remontaba al pasado pasando por Coderch y Gaudí. Al mismo tiempo, todos ellos estaban atentos a una gama de estímulos del pensamiento coetáneo y a las tendencias de la arquitectura moderna a escala mundial .
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Esta voluntad de acercarse a la realidad y de proyectar una arquitectura abierta a la intervención modeladora del tiempo tuvo especial intensidad en la década de 1950 entre los arquitectos de la llamada tercera generación y los miembros del Team 10. No es casual que las fotografías realistas de Nigel Henderson, que mostraban la vida en la calle y los juegos infantiles en barrios populares de Londres, fueran utilizadas como argumento de partida por Alison y Peter Smithsonen las reuniones del Team 10.El esfuerzo de la generación del Team 10 para crear sistemas formales complejos y de gran escala, capaces de adaptarse a la realidad existente de la ciudad y el paisaje, llevó esencialmente a dos tipos de lógicas, descubiertas sucesivamente: los clusters y los mat-buildings, que surgen de la evolución formal a partir de las articulaciones e intersecciones de la arquitectura moderna. En los clusters las articulaciones se estiran y deforman hasta ser más irregulares y versátiles, abiertas y orgánicas. Los mat-buildings son intersecciones que se van repitiendo hasta formar un entramado, un sistema modular perceptible. Partiendo de una voluntad científica y sistemática, clusters y mat buildings tienen la capacidad de la indeterminación funcional y pueden ir creciendo y repitiéndose sin límites. A finales de la década de 1950, dentro de las búsquedas del Team 10, y especialmente en los esquemas de Alison y Peter Smithson, el cluster constituye un momento clave, cuando se vuelve a explicitar la experimentación de nuevas formas a escala urbana que sean lo más versátiles posible y que contribuyan a otorgar identidad a cada edificio, que se adapten a las arquitecturas preexistentes, a la diversidad de tejidos urbanos y a las irregularidades de la topografía, y que puedan crecer. A las preocupaciones contemporáneas por la nueva monumentalidad, el Team 10 respondió con la opción del realismo y de la disolución del objeto único; y a la repetición de los tipos de vivienda se contrapuso una variedad de soluciones que superasen los mecanismos establecidos de la intersección y el campus mediante el mecanismo del clustering, es decir, formas versátiles, abiertas, arracimadas y específicas. Se buscó, en definitiva, la expresión de la identidad y una mayor capacidad de adaptabilidad a cada contexto. Las formas arracimadas de los clusters son un paso más allá del urbanismo articulado y vertebral de Bakema y Van den Broek y de los redentsde Le Corbusier: son asimétricos, no repetitivos y orgánicos. De la inspiración cartesiana en el purismo del neoplasticismo holandés se pasa a inspirarse en las formas libres del expresionismo abstracto, tal como escribieron textualmente Alison y Peter Smithson en Urban structuring: "A principios de la década de 1950 era necesario mirar las pinturas de Jackson Pollocky las esculturas de Eduardo Paolozzipara obtener un sistema completo de imágenes, un orden con una estructura y una cierta tensión, en la que cada parte correspondiera, de una manera nueva, a un nuevo sistema de relaciones”.También el arquitecto Eero Saarinenutilizó clusters en algunos de sus proyectos, como los colleges Ezra Stiles y Morse en la Yale University, en New Haven(1958-1962), donde creó un sistema orgánico, inspirado en un pueblo medieval, en el que la forma de cluster se desarrollaba en tres escalas: la de los espacios encadenados de cada habitación; la de cada agrupación en torno a espacios multifuncionales, patios, calles peatonales y escalonadas; y la de cada unos de los dos colleges, identificables dentro del campus.
El arquitecto Josep Llinàs (1945) realiza generalmente obras de tamaño pequeño y medio, que adoptan la forma más idónea para encajarse en los intersticios que ofrece la realidad urbana encontrada; una especie de clustering urbano. Por ejemplo, ha subdividido los pequeños conjuntos de viviendas en la calle del Carme (1992-1995) y en la plaza Sant Agustí Vell (1998-2005), ambos en Barcelona, en tres núcleos, para poner mayor énfasis en las calles y en los espacios colectivos que los retranqueos y los vacíos potencian. El centro cívico de Fort Pienc(2001-2004) se configura como un complejo edificio multifuncional -mercado, bares, centro cívico, viviendas para la tercera edad, biblioteca, sala de exposiciones, sala de actos y guardería que con sus quiebros y retranqueos va creando espacios y recintos públicos. Llinàs, siguiendo la tradición catalana de José Antonio Coderch, sintetiza el racionalismo minimalista y anónimo de Mies van der Rohe y Alejandro de la Sotacon el organicismo y surrealismo de Antoni Gaudí y Josep Maria Jujol. De esta manera, puede encontrar en cada caso la forma y estrategia más libre y fluida para adaptarse a las características y pieles del entorno. Por esta razón, en la biblioteca Jaume Fuster en la plaza Lesseps de Barcelona(2001-2005) recurre a las formas orgánicas, escalonadas y en cascada.