CURTIS, W., La arquitectura moderna desde 1900. Edit. Phaidon. Hong Kong, 2006.
"Tecnología, abstracción y concepciones de la naturaleza" págs. 661
"Las mismas fuerzas económicas que llevaron a la comercialización de la arquitectura posmoderna, impulsaron la ‘alta tecnología’ hacia unos seductores efectos visuales que emulaban los del diseño de objetos. El consumismo pasó de prestar atención a la función y la estructura, a centrarse en el estilo externo y en la imaginería asociativa. El arquitecto norteamericano Helmut Jahn confería a las entrañas mecánicas y el acristalado caleidoscópico de sus proyectos un aire de ciencia ficción (por ejemplo, el Centro Estatal de Illinois en Chicago, 1985, con su vasto atrio, su estructura reticulada roja y su muro cortina curvo de vidrio, de diferentes colores y opacidades). Incluso la disciplina de la ingeniería se vio afectada por el deseo de producir efectos llamativos.
. Los puentes, estaciones y aeropuertos biomorficos proyectados por el ingeniero y arquitecto español Santiago Calatrava a finales de los años 1980 y principios de 1990 apuntaban mucho más lejos de la mera neutralidad técnica, e incluso más allá de ese sereno equilibrio de medios y fines alcanzado por Maillart anteriormente en el siglo, para buscar una especie de expresionismo estructural basado en la acentuación dinámica de los elementos de la construcción, en la aerodinámica y en algunas metáforas obvias (por ejemplo, su proyecto para la estación del tren de alta velocidad en el aeropuerto de Lyon Satolas, 1989-1992, que estaba coronado por una versión ingenieril de un pájaro extendiendo las alas)."