Págs. 471- 489. “Disyunciones y discontinuidades en la Europa de los años 1950”
La Italia de posguerra tenía algunos problemas similares a los de Alemania para desembarazarse de la mácula de los años 1930, pero en muchos aspectos la situación era completamente distinta. En primer lugar, Italia no había expulsado a sus principales talentos y, por tanto, poseía una cultura arquitectónica moderna más fuerte, que se podía continuar, modificar e incluso rechazar. En segundo lugar, el país tenía unos substratos de tradición que nunca desaparecían del todo, por muy radicales que fuesen las propuestas. Por el momento, el uso manifiesto del clasicismo era una vía cerrada (las abstracciones del clasicismo eran otra cuestión), pero había pocas conclusiones evidentes, y la década posterior a la guerra se caracterizó por sus vigorosos debates y polémicas en relación con el camino que debía tomar la arquitectura italiana.
Tanto la teoría como la producción eran más abundantes y más diversas que en Alemania, y había muchas posturas políticas. Los neorrealistas como Mario Ridolfi y Ludovico Quaroni (influidos por el neorrealismo del cine italiano) trataron de producir una imaginería enraizada en la conciencia proletaria y en la “realidad urbana cotidiana”.
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Pág. 183-192.“Del racionalismo al revisionismo: La arquitectura en Italia, 1920-1965”
El neorrealismo. El estado artesanal de la industria de la construcción también fue el trasfondo del movimiento «neorrealista», que estaba estrechamente relacionado con el INA Casa.Este movimiento lo iniciaron los arquitectos Mario Ridolfi (1904-1984) y Ludovico Quaroni (rg1-1987) en una serie de proyectos de vivienda, entre ellos el barrio Tiburtino (1944-1954), obra de ambos, y las viviendas del Viale Etiopia (1950-1954), obra del primero, ambos en Roma. Estos proyectos hacían uso de un vocabulario constructivo basado en el Manuale dell'architetto de-Mario Ridolfi, publicado en 1946 por el Consejo Nacional de Investigación, que pretendía crear un esperanto vernáculo que fuese comprendido por corriente." Los proyectos de Ridolfi y Quaroni mostraban la influencia de las viviendas suecas y tenían mucho en común con los objetivos populistas de Sven Backström y Lief Reinius.Otro proyecto neorrealista el centro comunitario, no construido, para el barrio de Falchera, en Turín (1950) de Giovanni Astengo, parece directamente influido por el centro social Arsta, en Estocolmo, obra de los hermanos Ahlsén.
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2.- Los resultados de las investigaciones marginales en Francia e Italia...
En Italia, como ya hemos dicho, los arquitectos modernos se comprometen, desde un principio, en el intento de adaptarse a las directrices del régimen fascista; mientras este intento sigue su curso y parece poder tener éxito, casi todas las obras, incluso las mejores, presentan un carácter demostrativo que falsea su carácter y que, hoy, a distancia de tiempo, las envejece completamente: así ocurre con los edificios modernos de la ciudad universitaria de Roma (con la parcial excepción del Instituto de Física de Pagano), con la estación de Florencia, con la Casa del Fascio en Como. En otros casos, los resultados de la injerencia política son todavía más graves: se buscan absurdos efectos monumentales, se tergiversan los volúmenes lisos del lenguaje racionalista por las murallas a lo Piacentini, como, por ejemplo, en el proyecto de Terragni para el palacio del Littorio en la via dell'Impero, o en muchos proyectos del concurso para la E 42 realizados por los racionalistas.
Sólo después de 1936, cuando han caído las ilusiones de poder controlar los grandes encargos oficiales, los mejores buscan ocasiones más limitadas y es aquí donde nacen las mejores obras de la arquitectura italiana anterior a la guerra: dos pabellones y una biblioteca en Roma, de M. Ridolfi; la sede de la Universidad Bocconi, en Milán, de Pagano y G. Predaval; algunos montajes de exposiciones, de Franco Albini (1905-1977); el barrio intensivo en la desembocadura del Bisagno en Génova, de Luigi Carlo Daneri (1900-1972); el dispensario de Ignazio Gardella (n. En 1905) en Alessandria; los hangares de Pier Luigi Nervi (1891-1979) en Orbetello . Tras cada una de estas obras existe una paciente y apasionada búsqueda personal -véanse los estudios de Ridolfi sobre modulación de puertas y ventanas y sobre muebles fijos que, sin embargo, se detiene inevitablemente cuando llega a determinada escala, más allá de la cual se convierte en pura teoría; el barrio «Milano verde de Albini, Gardella, Minoletti, Pagano, Palanti, Predaval y Romano, la «città orizzontale» de Pagano, Diotallevi e Marescotti, el barrio de Rebbio de Terragni y Lingeri no son más que propuestas demostrativas, hechas sabiendo que las posibilidades de realización eran muy remotas.