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COLQUHOUN Alan.,La arquitectura moderna una historia desapasionada. Gustavo Gili. Barcelona, 2005


"Pax americana: la arquitectura en Estados Unidos, 1945-1965" 


págs. 231-245. "El edificio empresarial de oficinas.Tal vez el mayor logro de la arquitectura norteamericana después de la II Guerra Mundial haya sido la instauración como tipo del moderno edificio empresarial de oficinas, luego imitado en todo el mundo. Skidmore, Owing & Merril (SOM) fueron los líderes en este campo. Fundada en Chicago en  1933 por Nathaniel Owigs (1903-1984) y Louis Skidmore (1897-1962), esta firma adquirió importancia durante la guerra gracias al encargo de construir la ciudad de Oak Ridge, en Tennessee, para el proyecto Manhattan, el programa para el desarrollo de la bomba atómica. Tras la Guerra la firma creció hasta convertirse en una enorme organización de múltiples socios, con despachos en Chicago y Nueva York, y más tarde en San Francisco y Portland (Oregón).


El primer edificio de oficinas construido por SOM fue la Lever House en Nueva York (1951-52), uno de los cuatro edificios norteamericanos que hicieron realidad por primera vez esas visiones del rascacielos de vidrio imaginadas por Mies van der Rohe y Le Corbusier antes de la guerra. Los otros tres eran: el edificio de la compañía Equitable Life Assurance en Portland, Oregon (1944-47), de Pietro Belluschi (1899-1994); el Secretariado de la Naciones Unidas en Nueva York (1947—1950) de Wallace Harrison (1895-1981) con Le Corbusier como consultor; y las viviendas de Lake Shore Drive en Chicago (1948-1951) de Mies van der Rohe. A esta lista debería añadirse el Ministerio de Educación y Salud de Rio de Janeiro (1936-1945), construido antes de la guerra por un equipo que incluía a Lucio Costa y Oscar Niemeyer, con Le Corbusier como consultor.


En cuanto a la organización del solar, la Lever House es similar al edificio de Rio y probablemente deriva de él. Era el primer edificio de Manhattan que se retranqueba conforme a los límites de la parcela, aunque a diferencia del edificio de Rio, la torre se eleva por encima de un bloque perimetral de tres alturas, levantado sobre pilotis y con un patio. Pero en cuanto al uso del muro cortina uniforme en todas las superficies, seguía prototipos de Mies más que el de Le Corbusier. En efecto, a partir de 1952 Mies se convirtió en la influencia dominante en SOM. Debido a la organización de la firma, a base de despachos descentralizados, y a su enfoque algo empírico de los proyectos, su trabajo mostraba una considerable variedad en los detalles, pero esta variedad se producía dentro de un estricto conjunto de parámetros funcionales; máxima flexibilidad en la distribución del espacio; máxima estandarización de las piezas y coordinación modular de todos los sistemas; aire acondicionedo, muros cortina completamente acristalados y sellados; iluminación artificial durante todo el día; y espacio de oficinas con bastante fondo.


La firma SOM era un fenómeno nuevo en la historia de la arquitectura moderna. Por primera vez parecía haberse alcanzado ese anonimato al que aspiraba el ala racionalista del movimiento moderno. Gracias a la eficacia técnica y profesional, combinada con una estética sencilla y congruente, SOM era capaz de unir las ambiciones del racionalismo moderno con las del capitalismo avanzado y la burocracia empresarial. Con su obra, la arquitectura moderna – o al menos una versión convincente de ella- llegó a ser algo normal dentro de las estructuras políticas de la guerra fría y del “complejo industrial militar”.


Puede que la firma SOM fuese única por su tamaño y por el anonimato de su organización, pero tomaba parte en una expansión general del edificio empresarial de oficinas después de la guerra en la que la colaboraban muchos arquitectos.


...La obra norteamericana de Mies van der Rohe ocupa una posición que es al mismo tiempo central y periférica con respecto al desarrollo del edificio empresarial de oficinas; central en el sentido de que los proyectos de Mies para el Illinois Instituto of Technology (ITT) 1940-56 y las viviendas de Lake Shore Drive ambas en Chicago, proporcionaron la sintaxis formal básica para los edificios empresariales de SOM y Saarinen; periférica en el sentido de que Mies se mantenía a cierta distancia de las necesidades inmediatas de sus clientes.


... La crítica a las grandes corporaciones. La filosofía idealista cuidadosamente elaborada por Mies y su desprecio por las trivialidades de la vida cotidiana a favor de una expresión purificada del Zeitgeist (el espíritu de la época) coincidían exactamente con las sofisticadas exigencias de la disciplina coorporativa, una disciplina aceptada por SOM de manera incondicional y en sus propios términos. Era precisamente esa disciplina coorportivia la que atacaban escritores como David Riesman (La muchedumbre solitaria, 1950) y William H. Whyte (El hombre organización, 1956), quienes veían las grandes corporaciones como colectivos deshumanizados que producían un nuevo tipo de personalidad “dirigida a otros” que se ajustaba nerviosamente a las opiniones de sus iguales (coorporativos).


...Puede entenderse que las Case Study Houses californianas y la arquitectura corporativa de SOM representaron una especie de momento ideal en el que el optimismo técnico y político de la posguerra en Estados Unidos coincidió con la filosofía cultural de una arquitectura moderna de carácter normativo.  El desafío  a las premisas culturales de la línea principal de la arquitectura moderna ya se había lanzado a finales de la década de 1920, cuando la Compañía General Motors, rompiendo con la tradición de Ford adaptó su ciclo de producción para permitir distintos índices de obsolescencia: uno lento para el chasis que seguía las leyes de la evolución técnica; y otro rápido para la carrocería, que seguía las de la moda.


En el extremo arquitectónico del espectro hubo algunos intentes de reintroducir en la arquitectura la monumentalidad proscrita por la línea principal del racionalismo. La obra corporativa de SOM y Saarinen era claramente racionalista en su espíritu, pero esto no les impedía presentar edificios simbólicos en el momento apropiado, como en el  caso de la capilla expresionista de SOM para la Academia del ejército del Aire de Estados Unidos en Colorado Springs 1954-62. En efecto Saarinen se fue obsesionando cada vez más con la expresión del carácter de cada edificio.  Esto puede apreciarse en el auditorio y la capilla de Massachuset Institute of Technology MIT 1950-55, en la residencia de estudiantes de Yale University (1958-62) y en la terminal de la compañía TWA en el aeropuerto de Idlewid (ahora J.F. Kennedy 1956-62).


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 FRAMPTON Kenneth.,  Historia crítica de la  Arquitectura Moderna. Gustavo Gili. Barcelona, 1987. 


 Pág.284-316. “Lugar, producción y escenografía; práctica y teoría internacionales desde 1962”


 Puede aducirse, a este respecto, que no ha habido en la historia 'maestros' de la arquitectura que fueran tan mal entendidos por sus discípulos y herederos directos como lo fueron Mies y Kahn . Mies estaba claramente satisfecho por su éxito en la formulación del estilo normativa de los edificios de las grandes compañías norteamericanas entre 1950 y 1975, un modelo que llegó a ser típico de algunos sectores inmobiliarios del mundo de posguerra (véase la muestra 'Edificios para las empresas y para el gobierno' de Arthur Drexler , MoMA, 1959), pero tanto él como Kahn solían pensar que las cualidades latentes en su obra eran más apreciadas en Europa. Así, mientras que la escuela de Chicago , dominada por Skidmore, Owings & Merrill , consiguió seguir a Mies con vigor y audacia , arquitectos como Myron Goldsmith ( United Airlines , Des Plaines, Illinois, 1962), Gene Summers ( McCormick Place , Chicago, 1971) y Arthur Takeuchi ( escuela primaria Wendell Smith , Chicago, 1973) no lograron alcanzar un nuevo punto de partida , posiblemente porque fueron incapaces de apreciar lo suficiente las dimensiones clásico-románticas y suprematistas que se hallaban ocultas en la obra de Mies . Del mismo modo, Kahn , a pesar de sus discípulos de la escuela de Filadelfia ( Moore, Venturi, Vreeland y Giurgola ), encontró finalmente unos seguidores más sensibles entre los neorracionalistas italianos y los estructuralistas holandeses. 


 

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