Págs.40-41.“Expresionismo”
La primera muestra de arquitectura expresionista en el norte de Europa tuvo lugar durante la I Guerra Mundial, en Holanda donde Michel de Klerk (1884-1923) y Piet Kramer (1881-1961) construyeron una serie de viviendas en Amsterdam que representaban formas poco ortodoxas en albañilería. Uno de los mejores ejemplos es el grupo de viviendas Eigen Haard de Klerk construido entre 1913 y 1920, con la utilización profusa de ladrillos redondeados para poder crear esquinas y una torre curva.
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Págs. 176-187 "Expresionismo. Amsterdam y Berlín".
Sería demasiado simplista considerar las diversas tendencias antirracionalistas de 1914-1923 como una rebelión contra la tendencia principal de la evolución arquitectónica, o con una tentativa seria de formar una <> en oposición al incipiente Estilo Internacional. Aunque sin duda la arquitectura del siglo XX resultó empobrecida formalmente por la desaparición de esta manera de proyectar, la resuelta reducción a un conjunto particular de soluciones formales y estructurales que se produjo a comienzos de la década 1920-1930 parece haber sido una fase necesaria de autodisciplina y purificación de ideas, antes de que pudiera continuar el desarrollo arquitectónico. Sería, en efecto, más conveniente considerar el grupo Wendingen y la arquitectura expresionista como retoños tardíos de actitudes que integraron el núcleo principal de la arquitectura europea antes de 1914, pero que formalmente resultaron cada vez más inaceptables después de 1918. Y cabe destacar que, pese a la alianza provisional de las escuelas de Amsterdam y Berlín en 1919, se trató en ambos casos de evoluciones separadas, tanto en su origen como en su carácter.
Como en Amsterdam se realizó la mayor cantidad de trabajo en un lapso superior a una década, y también por ser esta ciudad la instigadora de la breve alianza, nos ocuparemos primero de ella. El principal exponente de la escuela fue Michel de Klerk (1884-1923); juntamente con Piet Kramer, quien le sigue en orden de brillantez como miembro de la escuela de Amsterdam, realizó gran parte de los detalles y del trabajo de interiores en el Scheepvaartshuis de van der Mey, en 1913. En esta obra y en la independiente Hillehuis de de Klerk, dos años anterior, podemos apreciar la aparición de un estilo distintivo que podría considerarse del siglo XX por su acento, e ilimitadamente ecléctico por su vocabulario, pero que era del siglo XIX por su fraseología.
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Págs. 149-159.“El cubismo, de Stijl y las nuevas concepciones del espacio”
En otras palabras, Berlage encontraba en Wright cualidades que corroboraban sus propios ideales.
Algunos expresionistas holandeses en concreto Michel de Klerk y Piet KRAMER encontraban también en la obra del arquitecto norteamericano muchas cosas admirables que respaldaban sus propios objetivos, unos objetivos que divergían considerablemente de los de Berlage...
...El período transcurrido entre el final de la guerra y la creación de estas obras trascendentales se caracterizó en Holanda por un activo intercambio de ideas entre los principales artistas del grupo De Stijl, quienes fueron capaces – gracias a sus diversas raíces y experiencias- de inspirarse en la mayoría de las corrientes de la teoría vanguardista anterior a la guerra. De Stijl significa sencillamente “el estilo” ya que el propósito común de todos los participantes era crear un lenguaje de formas apropiado a las realidades contemporáneas y libre de los supuestos residuos históricos falsos del eclecticismo del siglo XIX. Hacia 1917 las influencias de Wright y Mondrian habían contribuido a fomentar un vocabulario en el que las formas geométricas simples, las retículas rectilíneas y los planos intersecantes formaban parte de un estilo compartido, más aún, era un estilo que parecía tener una aplicación casi universal; desde la pintura, pasando por la tipografía, la escultura y el diseño de muebles hasta la arquitectura. Como de costumbre las primeras polémicas De Sitijl reclamaban para esta unidad de propósito consciente y feliz una sensación casi divina, como si el Zeitgeist de la era moderna hubiese escogido en Holanda a un grupo de hombres para realizar una intervención épica. De este modo,el incipiente vocabulario común se enarbolaba como el más auténtico para la época y se revestía de una rectitud moral y un sentimiento utópico que lo hacían contrastar con la “confusión arcaísta” del “barroco moderno” (es decir, esa clase de expresionismo de ladrillo burdo realizada por Kramer y De Klerk).
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