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LESSING, Julius

LESSING, Julius

  • Historiador del Arte
  •  
  • 1843 - Stettin. Polonia
  • 1908 - Berlin. Alemania

BENEVOLO, L., Historia de la arquitectura moderna. Edit. Gustavo Gili. Barcelona, 1987.


Págs. 341-426.“ La evolución norteamericana”


Europa observa la producción norteamericana


Un cuarto de siglo más tarde, en la Feria Mundial de Filadelfia de 1876, los observadores europeos se dividieron en dos bandos. Los que esperaban hallar las modas europeas en las piezas norteamericanas quedaron decepcionados. Como decía Jakob von Falke no encontraron <>: Ciertos objetos de uso cotidiano que, según Falke, deberían estar ricamente decorados -los relojes de pared, por ejemplo- revelaban <>.    


En este caso, un observador europeo condenaba la característica que conferiría al arte industrial norteamericano su individualidad y significación para el futuro: la sencillez


Por otro lado, los observadores que no juzgaron en función de criterios preconcebidos quedaron impresionados por <>. Franz Reuleaux -el conocido científico que encabezaban la delegación alemana enviada a la exposición- lo comentaba en sus ‘Cartas desde Filadelfia’ de 1876: <>


El Victoria & Albert Museum en South Kensington, Londres, ha conservado el catálogo de una forma de ferretería de Chicago de la década de 1870.Las formas precisas y sensibles de las herramientas ilustradas en él muestran por qué los europeos estaban asombrados con respecto a ellas. Artículos tales como el ‘martillo de maquinista’ y la cerradura Yale ni siquiera se introdujeron en Europa hasta una fecha relativamente reciente.


Julius Lessing, el primer director de Museo de Artes Aplicadas de Berlín, cuando vio la colección de herramientas norteamericanas presentadas en la Exposición de Paris de 1878, ante una muestra de hachas experimentó -tal como dijo- un placer estético tan intenso como si se tratase de verdaderas obras de arte. También señaló la belleza de líneas lograda sin ningún adorno ornamental, <>.


Lessing fue paso más adelante y señaló el sorprendente paralelismo entre esas herramientas y los más bellos instrumentos primitivos de piedra y bronce; al mismo tiempo, consideraba un <>.


El informe oficial francés sobre la Feria Mundial de Filadelfia de 1876 incluye algunos comentarios sobre el mobiliario norteamericano. Especial atención se concede al hecho de que el mobiliario norteamericano, a diferencia del europeo, se distingue por el uso de superficies lisas y por tener menos subdivisiones. <>


El informe francés afirma que ha aparecido un nuevo estilo al otro lado del Atlántico, un estilo que se manifiesta en todas las formas de las artes aplicadas. Para mostrar lo típicamente norteamericanos que, a su entender, eran estos productos, lo denominaba el ‘estilo coche Pullman’.


En todas las exposiciones aparecían muebles fastuosos y caros. Así, en la Exposición de París de 1867 se presentó un aparador francés, valorado en 20.000 dólares, que suscitó la admiración de todos los observadores. Considerando una pieza de museo en su momento, actualmente nos parece absolutamente espantoso. Los expositores norteamericanos -en especial después de los años 1870- preferían exhibir lo que se conocía como ‘mobiliario patentado’. Una página del catálogo oficial de las piezas expuestas en París en 1878, titulada ‘Mobiliario barato y selecto, todo producido en serie’, incluía ‘sillas de asiento perforado’, ‘sofás cama de muelles automáticos’, ‘sillas plegables’ (se convertían en tumbonas), una ‘cuna mecedora convertible’, un ‘moisés’, una ‘silla reclinable’, etcétera. Todas estas cosas se desarrollaron justo en el periodo en que los fotomontajes europeos de estilos históricos estaban empezando a influir en la producción norteamericana.


En la época de la Exposición Colombiana Mundial de Chicago de 1893, Lessing observó que los norteamericanos otorgaban todos los premios a artículos europeos sumamente ornamentados. <> -escribía  "hemos encontrado otras cosas más importantes para la evolución futura. Nos llevamos de vuelta a Europa sillas de madera lisa, arañas eléctricas de alambre trenzado, pomos pulidos de latón y utensilios con elegantes curvas con el mismo espíritu que nuestros ferrocarriles, barcos y coches, utensilios cuya forma deriva directamente del material y la técnica, y desarrollados con tanta claridad que ya ni se dirigen al intelecto calculador, sino que hablan directamente a la vista y proporcionan al ojo ese placer puro y pleno que entendemos como belleza".

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