p.242-44 A lo largo de todo el siglo XIX el viejo sistema cuadriculado ha sido considerado suficiente para resolver el problema del desarrollo de la ciudad, pero en la primera década del siglo XX, se plantea la necesidad de un control urbanístico adecuado a la nueva escala de la ciudad; el plano regulador de Burnham & Bennet, en 1909, constituye el primer intento de ordenar, aunque con criterios formalistas, el desmesurado cuerpo de la ciudad y marca el final de esta fase de estallido constructivo.
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