Inprimatu
VIGNY, Pierre de

VIGNY, Pierre de

  • Arquitecto
  •  
  • 1690 - Saumur. Francia
  • 1772 - Paris. Francia

KOSTOF, Spiro. Historia de la Arquitectura. Edit. Alianza Editorial.Madrid, 1988.


Tomo 3. Pags. 957-993. Una arquitectura para un nuevo mundo.


Pág.970-973. Mientras tanto, la arquitectura medieval, excluida del libro de Fischer, estaba siendo rehabilitada. Su posición era ciertamente irregular. En términos de teoría clásica, el «gótico» debía ser tratado como una desviación de mil años de antigüedad, respecto del buen gusto. Pero las grandes iglesias de la Edad Media en Inglaterra, Francia y Alemania constituían un legado vivo, querido por el pueblo; no podía ser suprimido de un brochazo. La admiración por la altura de estos edificios, su gracia airosa y su destreza técnica, se hicieron mayores a partir del siglo XVII. Wren se permitió hacer adiciones a iglesias medievales en una aproximación del mismo estilo, porque «desviarse de la Forma vieja sería caer en una desagradable mezcla». Y por supuesto, sus famosos campanarios, y las mansiones de Vanbrugh, se comportaban como estructuras góticas vestidas de uniforme clásico.


Durante algún tiempo después, en un estudio relacionado, se tomaron medidas para «corregir» la arquitectura gótica según las reglas clásicas. En 1742, Batty Langley y su hermano sacaron a la luz un libro de grabados para casas campestres y edificios de jardines llamado, en la segunda edición de 1747, Arquitectura gótica, mejorada por reglas y proporciones, en la que se empleaban en la manera gótica los cinco órdenes para diseñar piezas como puertas, ventanas, chimeneas y habitaciones enteras. Mientras tanto, en Francia, las iglesias góticas fueron enmendadas adecuándolas a la nueva estética mediante la supresión de aquellos elementos —rejerías, altares, cristales coloreados — que previamente habían ofendido a los protestantes por razones religiosas.


Pero a la inversa, se alzaron algunas voces en favor de las lecciones positivas que podía aprender la arquitectura moderna de las iglesias góticas. El arquitecto Jacques Germain Soufflot (1713-1780), creía que mediante un estudio serio de la arquitectura gótica «estaríamos capacitados para encontrar el punto medio correcto entre su estilo y el nuestro»; y esto es lo que mostró en su famosa iglesia parisina de Ste.-Geneviève, a la que volveremos a referirnos. En Inglaterra, por otra parte, el gusto público vino a favorecer un genuino revival gótico. Este comenzó inocentemente con estructuras de jardín primero, pero luego ganó una aceptación más seria con la «gotización» por parte de Horacio Walpole de Strawberry Hill, su casa de campo en Twickenham cerca de Londres, comenzada alrededor de 1750.


El desafío fundamental de toda esta experimentación con los modos exóticos e históricos era cuestionar la validez universal del diseño clásico. La aceptación universal de ciertas reglas generales había asegurado una unidad verdaderamente sorprendente del pensamiento arquitectónico durante tres siglos. Hacia mediados del siglo XVIII este confiado dominio del clasicismo dejó de ser algo incuestionado. Parecía que la tradición clásica debía considerarse, en el mejor de los casos, como la mejor de una serie de fuentes permisibles para la arquitectura contemporánea. debía ser chocante ver declaraciones públicas, como la de Pierre de Vigny de 1752, diciendo que «la producción de todas las naciones y de todos los siglos deben ser adoptadas, llevadas a la perfección y liberadas de la tiranía de la moda antigua». pero la autoridad de la cultura greco-romana no iba a ser sacudida tan fácilmente.

Igo