Págs. 771-812.”La arquitectura en Latinoamérica”
pág. 808. Brasil.
Otras aportaciones desde una nueva visión alternativa vendrían de jóvenes arquitectos como Sergio Ferro, Rodrigo Lefébre o Decio Tozzi (1936), autor del proyecto de renovación urbana de Itororo en Bela Vista (São Paulo, 1976), o, por último, una de las nuevas grandes figuras de la arquitectura brasileña, Joaquim Guedes (1932), que desde una postura de compromiso social y de oposición al ornamento, con obra construida en São Paulo -sobre todo casas unifamiliares dentro de un cierto brutalismo de influencia europea—, ha realizado la propuesta para la Nueva Ciudad de Caraiba, en Bahía (proyecto de 1977-1978) (fig. 948), para 15.000 habitantes, a los cuales se les ofrecen casas producidas en serie que posteriormente pueden ser agrandadas y mejoradas por ellos mismos, dentro de un conjunto urbano con un alto estándar de servicios.
Es posible imaginar espacios, máquinas y velocidades para el año 2000. Pero es muy difícil imaginar qué habrá llegado a ser el hombre, cómo será una familia y cómo serán las relaciones sociales. En un paisaje que promete mudar tanto, ¿no es acaso necesario admitir que el hombre ha de sufrir profundos cambios?. Mi interés está en la batalla próxima, que es la condición de la historia del mañana. Nuestra realidad es hoy. Otros harán la realidad mañana, con mayor obligación y competencia. Además, parece un tanto pretencioso querer determinar el mundo de los que aún no han nacido, en tanto no somos capaces de modificar el nuestro.
Esto dirá Guedes desde una postura abiertamente contraria a utopías tecnológicas y futuristas y a favor de una óptica social y comprometida con la realidad.