En este texto, Rober Venturi hace un análisis sobre los Museos de Arte Contemporáneo debido a recientes encargos que había recibido en su estudio. Bajo las palabras de Silvia Lavin marca la diferencia de los edificios según su época, defendiendo que en los museos se libra la guerra entre modernos y postmodernos, y que se plasman los cambios ideológicos que había sufrido la arquitectura.
Además, incide en la importancia de estos museos como una institución que acarrea componentes educativos y marca la diferencia de los museos en el siglo XIX y los actuales, los cuales ya no son un lugar para la élite cultural. En los museos actuales se dedica casi el mismo espacio para el arte como para usos auxiliares, y las exposiciones se han vuelto cambiantes y no estáticas como antaño, debido al aumento de programas de adquisición, es este cambio el que origina un cambio de emplazamiento, ya que afirma que los museos se estaban convirtiendo en edificios arquetípicos de la ciudad. Este cambio de visión de los museos obliga a realizar un cambio de arquitectura para su diseño, y nos habla de la importancia de los espacios y el uso de la luz.
Para establecer unos flujos y relaciones de los distintos espacios, o lo que la llama “rompecabezas chino”, plantea una serie de conclusiones sacadas de otros museos que se habían creado recientemente, en los que el usuario experimenta un laberinto hasta llegar al arte, y cuando llega está tan agotado que no lo disfruta. También menciona la falta de identidad institucional y ante estos problemas plantea la jerarquización de espacios utilizando la escala y la claridad, edificio institucional por dentro y cívico por fuera. Marcando la importancia de que la arquitectura no debe eclipsar el arte menciona varios problemas y soluciones que ha tenido en cuenta para sus diseños tanto por dentro como por fuera, ya que el emplazamiento urbano de estos le genera cierta preocupación. Con todo esto remata mencionando la importancia del urbanismo, necesario para propiciar una armonía y sensación de conjunto. Simbolismo y forma, y da ejemplos de ello, como las pilastras o el vocabulario industrial de Mies van der Rohe en el Museo de Berlín, que ahora son arquetipos, pero que a veces son más difíciles aceptar las desviaciones evolutivas que las invenciones revolucionarias.
Itxaso PÉREZ