Nos situamos en una época turbulenta de la historia de España, tras el fin de la guerra civil llegaba lentamente la recuperación y con ella proyectos como el tratado en este artículo. El arquitecto Javier Cenicacelaya nos da un análisis completo de este edificio de Galíndez, y de su “sensibilidad para captar las singularidades del lugar“, analizando desde su estructura hasta el tratamiento de los huecos, pasando por la transformación que se realizó en el contexto urbano mediante el soterramiento de la estación, generando una “plataforma-terraza“ y demostrando en palabras del autor “una fuerte conciencia de la importancia de actuar en el lugar“. Con esta intervención, Galíndez nos demuestra como se puede intervenir en un tejido urbano dañado y mejorarlo incluso con un impacto visual como el que suponía la torre Bailén para el Bilbao del momento.
Limer ROBLES IMAZ