El capítulo analiza el papel del Art Nouveau como estilo de transición y génesis hacia la  arquitectura moderna. Se trata de un estilo internacional, con importantes variantes regionales e influencias diversas (Arts & Crafts, organicismo-biomorfismo-geomorfismo, modelos orientales japoneses, Viollet-le Duc…) que se intenta liberar de la formas historicistas del pasado, mostrando una mayor versatilidad, que lo entronque con el desarrollo industrial del momento. El análisis de los distintos códigos-estilo, nos lleva a la distinción entre las obras producidas en capitales europeas como la Bruselas de Victor Hora, la Barcelona de Gaudí, el Paris de Héctor Guimard, La Glasgow de Ch.R. Mackintosh y  la Viena de Otto Wagner. Haciéndose una mención especial al Jugendstil en una Alemania que a partir de 1910 ocupó un importante papel de guía en la posterior evolución del Movimiento Moderno.

Más que centrarse en el estudio de arquitectos concretos, el esfuerzo analítico está desarrollado en analizar destacadas obras del momento como: La casa Tassel, La Maison du Peuple, la Escuela de Arte de Glasgow. La Hill House, la Casa Milá o la Casa de la Secesión en Viena.