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Dentro del mundo barroco de la presentación y la representación, el Palacio de Versalles es la quinta esencia de un tipo de arquitectura fastuoso colosalista, que tendrá a los monarcas franceses como referente prácticamente en toda Europa.


Entre las distintas dependencias del Palacio, si tenemos que destacar una de ellas por su poder representativo y propagandístico, esa es el Salón de los Espejos. Espacio donde tenían lugar los actos más destacados de esta pomposa monarquía, que acabó con el arrebato de la Revolución.


La Galería de los espejos ubicada en un lugar central y preferencial del Palacio (entre el Salón de la Guerra y el Salón de la Paz, que dan directamente a los apartamentos de los monarcas), fue construida para deslumbrar a los visitantes, mostrando el poder del rey a través de la técnica y la nobleza de los materiales. Fue el arquitecto Jules Hardouin-Mansart quien se encarga de diseñar la galería y el pintor Charles Le Brun quien realiza las pinturas que adornan la sala.


La Galería de los Espejos mide 73 metros de largo y 13 metros de ancho, teniendo una altura de 12,5 m. Posee 17 ventanas en arco trente a los cuales encontramos los 17 espejos curvados. Este posicionamiento frontal ventana-espejo genera una atmósfera especial. Dichos espejos se encuentran decorados en la parte superior por seres mitológicos como Apolo o el León de Nemea.


 La galería esta cubierta de pinturas de Charles Le Brun, que ilustran el largo reinado de Louis XIV, poniendo en escena del rey en treinta de sus composiciones. Además, posee ocho esculturas que representan a personajes de la mitología griega como Baco, Venus o Hermes, además de 8 bustos de emperadores romanos esculpidos en mármol. Hay también trofeos en bronce dorado y capiteles blancos sobre pilastra de mármol adornadas por una flor de lys. La galería esta amueblada con candelabros forrados con cristales, posibilitando muchos juegos de luces que hacen de este lugar un espacio mágico. Esta galería en su aparente grandiosidad de arquitectura y decorados abiertos al jardín, pretendía así mismo mostrar el poder de la fabricación de espejos en la Francia del momento.


Clara BORIE

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