COBBERS Arnt. Erich Mendelsohn (1887-1953). El visionario analítico. Edit. Taschen. Colonia, 2007.

pág. 89. "La única casa estadounidense de Mendelsohn, se alzó en el Pacific Heights, un barrio señorial de San Francisco. La casa de cubierta plana muestra una planta organizada en L: el ala menor, dispuesta en ángulo recto con respecto a la calle, acoge la cocina, las áresas de servicio, los cuartos de los niños y del personal doméstico, así como el garaje en el subsuelo. El ala principal, paralela a la calle, se encuentra en la cima de la parcela que, con una pronunciada pendiente, desciende hacia la bahía de San Francisco. Está emplazada sobre delgados apoyos de acero, de modo que, desde el acceso al solar, la vista se extiende pasando por debajo del ala principal, hasta la bahía. En la primera planta se sitúa el comedor y el salón con las chimenea; en la segunda los dormitorios. Las dos plantas están casi completamente acristaladas, hacia el sur y la calle. A la primera planta se le antepuso una terraza con barandillas ondulantes; en la segunda planta, las brandillas y la pérgola de madera en amplio voladizo refuerzan la impresión de ligereza.

En la fachada posterior, la primera planta retrocede en favor de una profunda terraza de modo que el último piso, vistos desde abajo, parece flotar. La solución de la equina de la segunda planta es espectacular; un mirador con una planta de tres cuartos de círculo enmarcado por los voladizos acentuados del piso y la cubierta. Las pocas ventanas restantes de la planta superior adoptan también la forma del mirador; por lo demás, esta planta tiene un carácter de caja cerrada y, como todos los muros exteriores de la casa, está revestida con un entablado horizontal de madera de redwood californiano. En el interior, las habitaciones se pueden unir entre sí por medio de tabiques correderos. Mendelsohn también diseñó todo el mobiliario. Si bien la vivienda fue proyectada en 1947, no se inició su construcción hasta 1950 y un año más tarde, estaba lista para ser ocupada. Su primera moradora, Madeleine H. Russell, vivió allí más de cincuenta años; en gran parte, la casa ha conservado su aspecto original".