RUIZ DE AEL M.J. Espacios para la mirada de nuestra arquitectura. CVA/EHAI. Bilbao, 2014
Págs. 29-38. "El carácter universitario del Centro Vasco de Arquitectura - Euskal Herriko Arkitektura Ikerkundea (CVA/EHAI) ha estado presente desde sus orígenes. En el año 2003 el Vicerrectorado del Campus de Alava, por medio del entonces vicerrector Antonio Rivera, cedió mediante convenio al CVA/EHAI, un depósito para documentación y despachos en la Biblioteca Koldo Mitxelena, junto a otros institutos universitarios y grupos consolidados de investigación, como el dedicado a la Arqueología de laArquitectura o el Instituto de Historia Social Valentín de Foronda.
Este edificio situado al sur de la ciudad de Vitoria- Gasteiz, fue construido a comienzos de 1900, como asilo asistencial, teniendo una gran presencia urbana. Resultando dicha obra fundamental en la planificación y crecimiento de esta parte de la ciudad. Su restauración y rehabilitación un siglo más tarde, ya como Biblioteca Central del actual Campus Universitario, ha sabido mantener del carácter inicial del edificio.
El 4 de agosto de 1899 se procedió a la bendición del terreno y colocación de la primera piedra del Asilo y Manicomio Provincial de Santa María de las Nieves. El proyecto fue encargado al arquitecto Fausto Iñiguez de Betolaza, que tenía a su disposición un amplio terreno de intervención, ya que la superficie en la que se debía emplazar el antiguo asilo era de 46.403 m2, llegando a cerca 100.000 m2 si tenemos en cuenta el terreno que circunvala al edificio.
La creación de un nuevo edificio que se encargara de la acogida de hombres, mujeres y niños, carentes de recursos y en situación de deterioro físico y mental, era una antigua aspiración de la ciudad. La construcción original de Betolaza obedecía en su distribución y orden interno, a los requerimientos propios del uso al que estaba ligado, cumpliendo todas las normas de salubridad, higiene y confort adecuadas a un moderno establecimiento sanitario en aquellos momentos. El programa se desarrollaba a través de grandes pabellones que permitan el aislamiento de niños y enfermos por categorías y sexos. Se procuraba dotar al conjunto de “todo cuanto el modernismo y el confort señalaba como mejor y más conveniente en la higiene y sanidad de esa clase de establecimientos”, alcantarillas, calefacción y servicio de agua y electricidad.
En la disposición de las distintas dependencias, la capilla ocupaba un lugar central para la articulación del edificio, señalando físicamente la importancia que la fe cristiana tenía en el ideario del centro de acogida, de cara al cuidado de los expósitos, huérfanos y alienados.
Desde el punto de vista externo, la composición de ligero gusto francés, está desarrollada hacia la Calle Nieves Cano, mediante una gran fachada longitudinal de 142 m. de largo, con sótano, planta baja y dos alturas. Su carácter es rígido y de sobrio clasicismo, con entrantes y salientes en ritmo a-b-c-d-c-b-a, dominada toda ella por un estilo de austera definición constructiva, severo, racional y con carácter representativo. El tratamiento de los muros resulta así mismo diferenciador, mostrando en la parte central c-d-c un tratamiento más cuidado. La base de esta parte el edificio, está realizada en sillería, adelantándose el cuerpo central de acceso, en eje con la antigua capilla. Los pisos superiores, con una balconada en dos alturas, tiene remarcado tanto las esquinas como cada uno de los paños, con unas potentes pilastras. Este mismo cuerpo central se remata con una destacada cornisa, culminada en su parte central por un frontón superior que sobresale al resto del tejado. Finalmente dos pabellones laterales (b) se adelantan a modo de cour d´honneur con respecto a la fachada principal, protegiéndose el espacio central mediante un modesto cierre de sillería y verja de forja.
Los materiales utilizados para la construcción son piedra en la parte más visible, sillería de arenisca de color grisaceo, ladrillo, hierro y madera. Partiendo de este bloque central, la construcción se desarrollaba por medio de dos partes diferenciadas (asilo de pobres y asilo de alineados), pero unidas mediante galerías y ordenadas conforme a patios, con una circulación claustral, situando en el centro el pasillo, el vestíbulo y una destacada escalera de carácter representativo, que sirve de eje distribuidor. En el cuerpo central destacaba la gran capilla, detrás de cuyo ábside se ubicaban las cocinas y sus dependencias. Finalmente el edificio contaba con un cuerpo posterior, de planta baja que cerraba dos patios de planta rectangular de 28 x 23,6 m.
El asilo de amplios y altos ventanales,preparados para la oxigenación,posee como muy bien señala José Luis Catón, un sistema de construcción mixto, a medio camino entre la tradición y lo que pronto será la nueva tecnología de la edificación. La construcción fue inaugurada por los entonces reyes de España Alfonso XIII y Victoria Eugenia el 4 de agosto de 1907, coincidiendo con la colocación de la primera piedra de la nueva Catedral de Vitoria María Inmaculada, teniendo en sus orígenes como hemos indicado un uso sanitario y de beneficencia.
Este edificio, con el paso del tiempo, se ha visto sometido a nuevos replanteamientos e intervenciones menores.Recordemos el proyecto de ampliación no realizado que desarrolló en 1946 el arquitecto Jesús Guinea para albergar en el edificio a cerca de 1.000 personas. O las adaptaciones parciales a las nuevas necesidades, desde los primeros cuidados de rehabilitación por parte del arquitecto provincial Julio Herrero en 1973, hasta posteriores intervenciones de Juan Ignacio Lasagabaster mejorando las condiciones de uso: ampliando cocinas, reformando las administraciones o desarrollando nuevas instalaciones más acordes con los nuevos tiempos. En cierta forma las intervenciones de la Diputación sobre este establecimiento fueron constantes hasta el año de 1986.
En 1989 la antigua residencia pasa a ser propiedad del Gobierno Vasco, carente ya de funciones asistenciales, y en 1994 la Universidad del PaisVasco – Euskal Herriko Unibertsitatea pone en servicio en una parte de la edificación (ala oeste) un aulario, llevando a cabo la realización de un nuevo acceso que desvirtúa el carácter inicial de la construcción, dejando sin uso el resto del inmueble. Esta circunstancia de no ocupación, fue con el tiempo determinante para el deterioro del resto del edificio, ya que quedó a merced de “okupas” (mendigos, transeúntes, individuos marginales….) que en un periodo relativamente corto de tiempo degradaron el lugar. Así se produjo un paulatino y constante abandono del inmueble,destruyendo poco a poco elementos constructivos, sustrayendo piezas metálicas susceptibles de ser vendidas, así como otros materiales nobles que formaban parte de la obra original (tarimas de madera,balaustres…) quedando el ala este del edificio en un estado casi ruinoso,más aún después de detectarse varios incendios parciales que lo afectaron gravemente.
Pero no será hasta el año 2000 cuando se presente por parte de José Luis Catón una completa memoria de rehabilitación para el edificio de “Las Nieves”, como biblioteca central del Campus de Alava, dando a la totalidad del antiguo edificio una nueva función. El proyecto intenta ser respetuoso con el carácter que la edificación tuvo en su día, destacando la importancia urbana del mismo.Deseando por otra parte, encontrar un término medio que permita conciliar los intereses de valor patrimonial y el carácter funcional de la nueva intervención.
El programa de necesidades planteado por la Universidad requería que el edificio fuera, en su uso fundamental, la sede de la Biblioteca central del Campus de Alava en Vitoria, completándose ésta con aulas de impartición y de informática, y con diversas funciones asociadas a ella: información, consulta de bases de datos, préstamo, administración, catalogación, documentación, área de formación, almacenes de los fondos etc.
Siguiendo la memoria realizada por José Luis Catón,nos encontramos con una superficie total construida de 18.193,33 m2 y una superficie total útil de 14.576,56 m2. Con el nuevo uso, se calcula un espacio con capacidad para 300.000 volúmenes,ordenados en 8.000 metros de estanterías y que podría ser consultadas por 1.000 lectores.
La rehabilitación plantea situar cada función en un espacio adecuado, partiendo de los criterios de composición axial y simétrica originales. En esta rehabilitación, se ha intentado superponer los esquemas funcionales propios de la biblioteca, a la disposición de espacios en el edificio, observando siempre el máximo respeto con aquellos elementos de la edificación cuya desaparición volviera la intervención injustificable. Es decir no alterar la disposición ni el carácter de los muros de carga o de los núcleos de escaleras o las galerías acristaladas de los patios. Así y previamente estudiado el carácter de la edificación, se llegó a la conclusión de que era necesario que la totalidad de la biblioteca ocupara la planta baja y que se le devolviera al edificio su entrada principal como acceso único.
En el nuevo uso, prácticamente todo el edificio queda supeditado a la biblioteca, ubicada en la planta baja, a la que se accede por la antigua capilla (liberada de su función de culto), que actúa como gran hall, lugar de control y espacio de distribución de los usuarios. Por ello la biblioteca tiene un único acceso, convirtiendo esta antigua capilla en vestíbulo donde se realiza la consulta de ficheros y bases de datos, allí está ubicado el mostrador de información y préstamo. Su mayor escala muestra solemnidad en el acceso a la biblioteca y subraya la importancia de su función y su primacía en el conjunto del inmueble. Desde ella se accederá a las salas de lectura, por medio de los espacios entre muros de carga alrededor de los patios.
Para poder cumplir con las exigencias del programa, se debe ocupar toda la planta baja y además cubrir los patios para conseguir dos grandes salas de lectura. Esta solución aparentemente traumática para el edificio, es perfectamente comprensible dentro de la simetría compositiva original.Con esta intervención se permite que el antiguo edificio tenga la luz natural como tenía originalmente y la nueva construcción del patio correspondiente al antiguo claustro, con una cubierta a cuatro aguas peraltada, disponga de gran luminosidad natural y no afecte a la construcción del antiguo inmueble. Las áreas administrativas y de trabajo interno de la biblioteca ocuparán los locales de las antiguas cocinas, detrás del ábside de la antigua iglesia. Su situación con respecto al nuevo uso es perfecta para que en los locales que ocupaban se establezcan ahora las oficinas administrativas y locales de trabajo de la biblioteca, despachos etc. Al estar situada en un punto central permite su conexión funcional tanto con el mostrador de préstamo y el vestíbulo de acceso, como con las salas de lectura, lo que contribuye a la optimización de los recursos humanos disponibles. Además está conectada mediante escaleras y montacargas con el sótano donde están disponibles los fondos, y con el exterior mediante una zona de estacionamiento y descarga. Los ejes de circulación mantienen su simetría axial y en cuanto a la distribución de espacios, desecha su antiguo papel como espacios de tránsito o distribución para sujetarlos a los nuevos propósitos de salas de lectura, estudio e investigación. El cambio de escala de la nueva función se resuelve por eliminación de la tabiquería que compartimenta la planta en locales de pequeño tamaño.
En las plantas superiores se ha conseguido un criterio similar al empleado en la planta baja, en el sentido de obtener espacios despejando la tabiquería y dejando los muros de carga, ya que de lo que se trataba era de obtener locales para aulas. El conjunto de la obra ha sido ejecutado, por la empresa Ferrrovial-Agroman. Finalmente hay que destacar, el espléndido jardín en la parte trasera del edificio, con sus praderas, árboles,macizos, senderos y bancos".