SYRING,E. KIRSCHERNMANN. J.C., Hans Scharoun 1893-1972. Proscrito de la modernidad. Edit. Taschen. Madrid, 2007.
págs. 58-59. "Scharoun realizó el diseño para el concurso junto con el arquitecto paisajista Herman Mattern, con el cual ya colaboraba desde los años 30. el teatro para la ciudad de Kassel es probablemente el proyecto no realizado más famoso del arquitecto. Cabe destacar la unanimidad con la que el jurado le otorgó el primer puesto al trabajo en 1952. Incluso el miembro conservador del jurado Paul Bonatz se deshizo en halagos hacia el trabajo realizado.
Tal y como era habitual en el proceso de Scharoun que conducía al ''hallazgo de la forma'', el diseño se basaba en dos principios de investigación. Por una parte, el emplazamiento se analizaba teniendo en cuenta tanto sus características paisajísticas como su carácter histórico y, por otra, la función que desempeñaría el edificio era la que determinaba su potenical innovador y sus formas de expresión.
El diseño para Kassel está fuertemente influido por la interpretación del paisaje, lo que afecta tant a la integración del edificio en el paisaje urbano como a la estructuración de la misma de los espacios interiores. Por lo que respecta al concepto urbano, Scharoun neutralizó el efecto sobredimensionado de la antigua forma de la plaza Friedrichplatz desplazando intencionadamente el edificio del teatro del eje central hacia el margen, con lo que pone en escena el pasisaje.
El proyecto de Kassel provocó uno de los mayores escándolos arquitectónicos de los años 50. Aunque los trabajos de cosntrucción se llegaron a empezar en 1955, el royecto se abdnonó se abandnó alegando razones vacuas. Finalmente, el proyecto se llevó a cabo según los planos realizados por un arquitecto local. Adolf Arndt se ocupó de este suceso e la famosa conferencia realizada en 1960 titulada ''La democracia como constructora'': ''Cuando se puso solemnemente la primera piedra, sus enemigos acudieron alegando objeciones aparantemente técnicas y financieras. La oficina financiera de obras púbicas dejó a un lado el proyecto y fue ella misma la que se ocupó de ejecutarlo. Al final, costó el triple. Con un melancólico humor negro, los habitantes de Kassel llaman al fracaso resultante la ''oficina de ensayo de materiales''.