Situado en Asturias y concebido en un principio como orfanato minero y transformado en el tiempo de su construcción en Universidad Laboral. El edificio de Luis Moya fue pensado como una gran ciudad ideal autárquica y cerrada sobre sí misma, que disponía incluso de una granja de 100 hectáreas y estaba preparada para formar a generaciones de hijos de obreros como profesionales altamente cualificados. Fue construida según los ideales de la arquitectura clasicista, el centro de esta ciudad ideal sería la gran plaza central, alrededor de la cual se disponen la magnífica Iglesia, la Torre, el Teatro y los edificios de dirección. En torno a esto se extienden el resto de dependencias, entre las que destacan las naves diáfanas construidas para talleres de formación profesional.
Está construido de espaldas a la ciudad de Gijón. Luis Moya lo diseño a imagen y semejanza del Partenón de Atenas y con la misma intención, que para acceder a su interior hubiera que rodearlo y apreciarlo en toda su grandeza. Por lo cual, la puerta, estará situada en la fachada principal, con un arco de medio punto, rematado en forma de torre.
Los materiales de construcción fueron escogidos para combatir en lo posible la humedad del clima. Así las cubiertas están hechas de pizarra y los suelos habitables de planta baja disponían de cámara de aire. La antigua iglesia tiene una planta elíptica de 40,80 y 25,20 m, con una superficie total de 830 metros cuadrados. El conjunto tiene un linternón de planta elíptica, a modo de templete, en el que alternan 8 vanos con celosías y ocho pilastras. Sorprende el interior con su cúpula de arcos de ladrillo cruzados en estrella, cuyos intersticios se rellenan con tabiques de ladrillo. Esta obra es enmarcada con los elementos típicos del Partenón como; el atrio corintio, con un patio central (con 50metros de largo y de ancho), con un teatro, una torre (de 130 m de altura) que responde al modelo de la Giralda de Sevilla; y por último, una iglesia, el uso actual de este edificio.
En esta obra se muestra la desconfianza de Moya hacia el movimiento moderno, nacida de su intuición sobre la facilidad que ofrecía la arquitectura nueva para ser banalizada y utilizada en la construcción de la anticiudad. La obra será por ello un manifiesto contra lo moderno.
VELASTEGUI GUEVARA, Dayana Fabiola