Inprimatu

CAMPBELL James W.P., La biblioteca. Un patrimonio mundial. Edit. Nerea. San Sebastián, 2013.


pág.98. "A mediados del siglo XV, el arquitecto Michelozzo, que trabajaba para la familia Medicci, forjó una nueva tipología con el edificio de la Biblioteca de San Marcos de Florencia. La estancia en sí ha sobrevivido, pero el mobiliario se perdió hace mucho tiempo. Como suele ser habitual, la biblioteca se halla en la primera planta del edificio, aunque en este caso aparece cubierta por bóvedas de piedra. El pasillo central presenta una bóveda contínua de cañón, mientras que los espacios laterales tienen bóveda de crucería. El modelo lo copió con fidelidad Matteo Mutti en la Biblioteca de Malatesta en Cesena... Este tipo de diseño interior, con hileras de asientos al modo de los bancos de una iglesia (banchi) dispuestos a ambos lados del pasillo central flanqueado con columnas, resulta típico de las bibliotecas italianas del siglo XV. Las columnas no solían estar alineadas con las paredes de los pisos inferiores, con lo que la construcción de las bóvedas se complicaba. No todas las bibliotecas se ajustaron a este modelo; la de Santa Croce (1427), y la Santísima Anunziata (1455), ambas en Florencia. debieron tener un espacio único, sin columnas. No obstante, es justo afirmar que hacia finales del Quattrocento, la disposición de los tres tramos seguía siendo la más popular. Ello cambiaría en el siglo XVI cuando se produjeron una serie de importantes desarrollos que influyeron profundamente en el diseño de todas las bibliotecas posteriores. El primero de estos cambios lo encontramos en el poryecto de la Biblioteca Marciana."

Igo