CAMPBELL James W.P., La biblioteca. Un patrimonio mundial. Edit. Nerea. San Sebastián, 2013.
pág.128-133. " La biblioteca Bodleiana fue la creación de un académico oxoniense llamado Thomas Dodley. Empezó siendo una prolongación de la biblioteca del duque Hunfredo, que se llamó Arts End por guardar libros relativos a las artes. El nuevo edificio, que en la actualidad forma parte del patio denominado Schools Quadrangle, se diseñó en estilo gótico para que se integrara sin fisuras en la antigua construcción. El ventanal central se sitúa encima de la entrada. Las torres cuadradas de las esquinas contienen escaleras que conducen a la biblioteca. Esta última es una de las más antiguas del modelo de muros con galerías, pues se inauguró tan sólo tres años después que la Biblioteca Ambrosiana.
Las galerías del Arts End tienen una configuración singular que no se imitó en ninguna otra biblioteca. Se alzan sobre unas columnas que también sostienen los bancos. Los lectores se sientan en unos pupitres que miran a la pared y los volúmenes están encadenados a los estantes situados encima de dichos pupitres. Los libros de la galería nunca se aseguraron con cadenas, pero las escaleras que conducen al nivel superior están protegidas por jaulas de madera, para impedir cualquier acceso no autorizado."
"La Biblioteca Bodleiana sí se puede comparar con la de Milán que puede presumir de haber tenido en la misma época una sala de lectura con galerías organizada conforme al sistema mural; la denominada Arts End. Como se mencionó en el capítulo precedente, sir Thomas Dodley era miembro del claustro academico del Merton College de Oxford, además de un buen amigo de Henry Savile quien se encargó del equipamiento de la biblioteca de dicha institución colegial y ayudó a Bodley a reacondicionar la biblioteca del duque Hunfredo en 1598. Bodley estaba decidido a refundar en Oxford la biblioteca universitaria, que había sido desprovista de sus libros y mobiliario durante la época de la reforma y de los conflictos políticos del siglo XVI. Lo cierto es que su mentalidad a la hora de recaudar los fondos necesarios era muy moderna; consideraba importante expresar el agradecimiento a los donantes y aportó personalmente importantes sumas de dinero de su propio peculio con el fin de estimular las donaciones de otras personas. Los fondos estuvieron disponibles en 1608, aunque las obras no se iniciaron hasta julio de 1610 y no se concluyeron hasta finales de 1612. Demasiado enfermo como para visitarlas, Bodley delegó a Savile buena parte de sus responsabilidades como ejecutor del proyecto.
La ampliación de la Biblioteca del Duque Hunfredo que llevó a cabo Bodley se designó con el nombre de Arts End, por contener volúmenes relativos a las artes y las letras. Su exterior fue diseñado para que se fundiera, sin solución de continuidad, con la Escuela de Teología y la propia biblioteca del duque de Hunfredo. Por ello se construyó en un estilo que para entonces ya estaba anticuado; el gótico perpendicular. El nuevo bloque se alzó formando ángulo recto con el edificio viejo, de modo que la planta formara una T. El visitante accedía por la planta baja del nuevo recinto que formaba una antesala llamada Proscholium, que a su vez comunicaba con un nuevo e imponente acceso a la escuela de Teología. A la biblioteca se llegaba por unas escaleras situadas a ambos extremos del recinto, de modo que el acceso al Ats End, situado justo encima del vestíbulo, no se practicó por el espacio central, al modo característico de las bibliotecas anteriores, sino por los laterales.En cuanto a las ventanas, se abrieron una en cada lateral, y una tercera en el centro de la estancia. Aun antes de que las obras estuvieran concluidas, se pusieron en marcha nuevos planes para completar el patio cuadrangular delante de la biblioteca, a fin de ampliar todavía más el espacio disponible.
El edificio de la biblioteca del duque Hunfredo se había reacondicionado conforme al sistema de la estantería pupitre, pero la ampliación del Arts End, se construyó desde el principio, como una biblioteca inspirada en el sistema de muros. No está claro de donde se tomó el modelo, pero es probable que lo asimilara Savile en sus viajes por el extranjero. Sea cual fuera su origen, lo cierto es que el Arts End constituye uno de los exponentes más antiguos del sistema mural conservados en Europa. A pesar de ello su configuración, resulta poco frecuente. Las estanterías parecen integrarse en los muros, como sucedía en la Biblioteca Ambrosiana, pero mientras en esta última parece que los libros se leían en mesas ubicadas en el centro del espacio principal, en el Arts End dicho espacio central permanece despejado y permite la circulación si trabas. Los pupitres se disponen en la parte inferior de las estanterías. Los bancos fijos, están integrados con los pilares que sostienen las galerías, de modo que el lector se sienta de cara a la pared y lee encima de una mesa que sobresale a los estantes. Esta configuración un tanto extraña lo parecía aún más por el hecho de que la mayoría de los libros de los estantes inferiores estaban encadenados, a excepción de los muy pequeños, que se guardaban en la parte más alta de las estanterías tras unas puertas con rejillas. Las galería superiores que contenían más volúmenes en anaqueles abiertos, descansan sobre unas columnas que forman los respaldos de los bancos. Se accede a ellas por escaleras de caracol encerradas en una especie de jaulas, que se cerraban con llave para impedir el acceso de personas no autorizadas. El conjunto conforma una obra de carpintería extraordinariamente compleja que jamás fue imitada. Un diseño algo más sencillo se utilizo cuando en 1640 se amplió el otro ala de la biblioteca del Duque Hunfreso añadiendo la prolongación conocida como Selden Enden. Se la llamó así en honor a John Selden (1584-1654). un hombre de leyes que donó los ocho mil volúmenes que integraban su colección."