CAMPBELL James W.P., La biblioteca. Un patrimonio mundial. Edit. Nerea. San Sebastián, 2013.
pág.255-257. "Nada en el exterior de esa biblioteca delata su ubicación en Japón. Su arquitectura es típica de los edificios construidos durante el período Meiji, cuando el país buscaba inspiración en Europa. La biblioteca fue costeada por la familia Sumitomo, de la que eran miembros los arquitectos e ingenieros que la diseñaron: Noguchi Magoichi e Hidaka Yutaka. El edificio pirncipal completado en 1904, incluía entonces una cúpula central, un pórtico y un ala rectangular que se prolonga a ambos lados, para dar cabida a una única sala de lectura por cada planta. Las aulas perpendiculares de los extremos se añadieron en 1922. El vestíbulo circular, rematado con cúpula contiene la escalera que conduce a la primera planta. Desde el principio la biblioteca recurrió al alumbrado artificial; en el vestíbulo, la única iluminación natural, que resulta más bien pobre, procede del óculo situado en la parte superior de la cúpula".
"Muchos de los interiores de las bibliotecas, y la mayoría de los depósitos construidos durante este período no podrían usarse en modo alguno sin iluminación artificial, Un buen ejemplo de ello es la biblioteca de Osaka (posteriormente Biblioteca Nakanoshima de la Prefectura de Osaka), en Japón. Exteriormente se parece a cualquier otra biblioteca, puesto que opor aquella época las potencias coloniales de occidente construían este tipo de centros en todo el mundo. El caso de Japón resulta especialmente interesante, ya que jamás fue colonizado; su occidentalización fue autoimpuesta. Desde el siglo XVII hasta mediados del siglo XIX, el país tuvo contactos políticos limitados con el resto del mundo, pero ello comenzó a cambiar cuando tomó conciencia de su enorme atraso con respecto a Occidente en los campos de la tecnología y el desarrollo militar. En consecuencia, desde finales de los años sesenta del siglo XIX, Japón puso en marcha un plan de industrialización y envió misiones de reconcimiento por todo el mundo. Los 29 kilómetros de vias ferreas existentes en 1872 se transformaronen casi 11.500 para 1914. Cualquier aspecto de la sociedad occidental era estudiado sin reservas. Ello incluyó el ámbito de la educación, la indumentaria, el sistema de bibliotecas públicas y hasta los estilos arquitectónicos.
La Biblioteca de Osaka ha llegado hasta nosotros como un interesante exponente de un período arquitectónico periclitado y que en buena medida se desconoce en el Japón actual. Inaugurada en 1904, funciona exactamente como una biblioteca pública occidental, sólo que los fondos eran japoneses. El visitante entraba por el clásico pórtico a un monumental vestibulo tan desrpovisto de ventanas, que se alumbraba con luz artificial incluso en pleno día. Las salas de lectura ocupaban las plantas de ambos lados del edificio, y el sótano proporcionaba accesos y espacios de circulación para el personal de la institución. Los libros se almacenaban en una serie de estanterías de acero en la parte posterior. la planta del edificio se parece mucho a algunas bibliotecas públicas alemanas del siglo XIX, como la Frankfurt Stadtbibliothek, que seguramente fue su principal modelo".