Inprimatu

FRAMPTON Kenneth.,  Historia crítica de la  Arquitectura Moderna. Gustavo Gili. Barcelona, 1987. 


Pág.284-316. “Lugar, producción y escenografía; práctica y teoría internacionales desde 1962”


Productivismo Nada más lejos del Centraal Beheer que el edificio de oficinas , de tres pisos y forrado de vidrio, de la compañía de seguros Willis Faber & Dumas , construido en lpswich, Inglaterra, según el proyecto de Foster Associates. Y es que en este caso todo el énfasis se puso en la elegancia de la propia producción , para hacer realidad lo que Max Bill definió una vez como Produktionform . Es interesante señalar que Norman Foster cita precisamente esas Produktionformen como antecedentes de su obra , enumerando por ejemplo el Crystal Palace de Paxton, la casa de Charles y Ray Eames -construida en 1949 a base de componentes `de catálogo' en Santa Mónica, California-, la Escuela de Artillería Naval 1954) de SOM en Great Lakes, Illinois, y el pabellón de exposiciones de Lausana (1963), de Bill. Siguiendo esta línea, por oposición al populismo de Venturi, Willis Faber es el cobertizo sin decorar por excelencia : una forma cuya única diferenciación, aparte de su muro cortina facetado y sinuoso (figura 245), reside en la piscina de la planta baja y en el restaurante con terraza panorámica de la cubierta...


...Si el Centraal Beheer es un edificio híbrido -derivado en parte de las galerías decimonónicas (compárese con las de Pomerantsev en Moscú, de 1893) y en parte de las kasbahs de Oriente Próximo-, Willis Faber , con su vestíbulo central dotado de escaleras mecánicas, se sitúa a mitad de camino entre la torre de oficinas del siglo XX y el gran almacén del siglo XIX. Puede argumentarse -como ha propuesto G.C. Argan - que los tipos edificatorios encarnan ciertos valores que eran inherentes en sus comienzos y que sobreviven a cualquier trasposición posterior. Sin duda resulta relevante para la significación cultural de estos edificios el hecho de que en ambos casos el sector terciario del intercambio de información haya llegado a alojarse en tipos espaciales que, al menos en parte, fueron en su momento espacios de consumo: la kasbah y el gran almacén . Sobre este telón de fondo, el Centraal Beheer puede verse como un intento de superar la burocrática división del trabajo mediante la ocupación 'antropológica’ de su laberíntico 'paisaje de oficinas'. Al igual que en la kasbah tradicional, este fragmentado Bürolandschaft de Hertzberger fomenta un modelo de comportamiento que oscila constantemente entre los momentos de trabajo y los momentos de descanso. En el Willis Faber , por su lado, nos enfrentamos a un Bürolandschaft que es el sucesor natural del Panóptico de Bentham (1791): una planta libre cuyo incesante panorama de orden y control está supuestamente compensado por la inclusión de servicios centralizados como el restaurante para el personal la piscina. Dado que estas instalaciones están sometidas igualmente al control de la compañía, el alcance del ámbito panóptico parece ser total.


El contraste entre estos edificios se extiende también al ambiente creado por sus detalles . Los tabiques de bloques de hormigón sin enlucir usados por todo el Centraal Beheer se supone que provocan la apropiación 'anarquista' del espacio , mientras que el Willis Faber postula la imagen corporativa de una sociedad hipotéticamente igualitaria y próspera mediante el aspecto absolutamente impecable de una piel y un interior inmaculados . El muro cortina ondulado de Willis Faber evoca las propuestas de rascacielos de cristal hechas por Mies en los años veinte, aunque la técnica concreta empleada -vidrios planos sin cercos, colgados de la cubierta, a modo de collar, y unidos con juntas impermeables de neopreno- invita a compararlo con los logros de esos minimalistas norteamericanos que, formados con Eero Saarinen , adquirieron importancia en los años setenta : Kevin Rocha ( edificio de la Fundación Ford , Nueva York, 1968, y Hotel Plaza junto a las Naciones Unidas, 1973), Gunnar Birkerts ( sede del Federal Reserve Bank , Minneapolis, 1967), César Pelli ( centro de diseño del Pacífico, Los Ángeles, 1971, y Ayuntamiento de San Bernardino , 1972), y Anthony Lumsden , con talento pero infravalorado , cuyas obras más brillantes se han quedado en su mayoría sobre el papel (por ejemplo, el proyecto para el Hotel Beverly Wilshire , Los Ángeles, 1973).


El edificio Willis Faber es el 'casi nada' de Mies van der Rohe despojado de su clasicismo y aplicado, mediante el uso de espejos, no sólo como reacción al imperativo contextual de relacionarse con la escala y la textura del entorno urbano existente -en este caso, simplemente reflejándolo-, sino también como respuesta a los apuros modernos ante la pérdida total de cualquier lenguaje 'heredado' accesible o aceptable para todos . Por el contrario, Willis Faber brinda toda una gama de sensaciones cinestésicas : opacas y resplandecientes en días nublados, reflectantes cuando da el sol y transparentes de noche. Y sin embargo, de un modo paradójico comparte con su homólogo holandés la falta de toda sintaxis articulada de manera natural , lo que da como resultado que la entrada sea casi tan invisible como la puerta del Centraal Beheer .


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CURTIS William. J.  La arquitectura moderna desde 1900. Edit. Phaidon. Hong Kong, 2006.


Pág.589-613. “ El pluralismo de los años 1970”


Una gama igualmente amplia de compromisos ideológicos y vocabularios surge si se analizan las soluciones arquitectónicas para los lugares de trabajo y los años 1970, en particular los edificios de oficinas...


...Otro planteamiento lo representaba el edificio de Willis, Faber & Dumas en Ipswich, Inglaterra (1975), obra de Norman Foster. En este caso no había implícita crítica alguna a la tecnología moderna; todo lo contrario, la imaginería del edificio se recreaba en la apariencia de un mecanismo de precisión.


Sin embargo, la tabiquería y la rígida retícula del tipo habitual se rompían en el interior para crear un espacio de trabajo totalmente continuo con escaleras mecánicas que lo atravesaban (la planta libre llevada hasta su conclusión lógica, pero no completamente práctica). Los acabados de cromo y acero inoxidable tenían su correspondencia en el revestimiento de vidrio, que encarnaba un espíritu similar. El vidrio reflectante estaba fijado sin montantes ni parteluces intermedios Y la tersa piel del muro cortina resultante reflejaba su entorno. El edificio tenía una planta curva para adaptarse al perfil del solar, y esto ha aprovechado al máximo el juego de los reflejos.


El edificio de fuste combinaba la ‘elegancia’ ejecutiva con una reinterpretación del ‘espacio universal’ de Mies van der Rohe; Se apoyaba tanto en los rascacielos minimalistas de los años 1960 en Norteamérica como en las originales fantasías cristalinas de los años 1920. El edificio Willis, Faber & Dumas y otros proyectos de Foster en este periodo (Por ejemplo, el centro Sainsbury de artes visuales en la Universidad de East Anglia, 1978) representaban, pues, una extensión del ala tecnológica del movimiento moderno. Sin embargo, con su estilización elegante y precisa, tenían un carácter enteramente distinto al de sus precursores de la ‘primera era de la máquina’, como la fábrica Van Nelle: La utópica fuerza impulsora ya no era recuperable; había una pérdida de intensidad (probablemente inevitable) en las versiones posteriores de la imaginería mecanicista.

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