Se trata de una antigua ciudad episcopal e imperial situada en el territorio de Baviera (Alemania). Es una de las pocas ciudades que consiguió sobrevivir intacta a los bombardeos de la II Guerra Mundial y conservar un aspecto a medio camino entre la edad media y el barroco burgués. Posicionada sobre siete colinas, por lo que es conocida como “Roma de Franconi” o “ciudad de las siete colinas de Alemania”, esta pequeña ciudad está atravesada por el río Regnitz.
En el año 1993 fue declarado Patrimonio de la humanidad por la UNESCO, por tener un gran encanto como ciudad sobretodo la gran obra arquitectónica de la catedral (en cuyo interior está el famoso “jinete de Bamberg”) , siendo una de las más bellas del medievo alemán También destaca por ser una ciudad libre de automóviles, donde la gente se puede mover libremente andando o en bicicleta.
Bamberg es conocida por su gran variedad y cantidad de cervezas (teniendo la media de cervecerías por habitante más grande del mundo), destacando la famosa cerveza ahumada denominada Rauchbier, de sabor particular, ya que sabe a bacon o jamón ahumado y que todavía se sirve según la antigua tradición, directamente desde el barril de madera.
Los monumentos más destacados de esta ciudad son, el antiguo ayuntamiento que se encuentra en la mitad del río en el que se accede por un puente que lo atraviesa. También podemos encontrar la residencia antigua donde vivían los obispos y la corte real, es un palacio renacentista y se encuentra en frente de la catedral. En la misma plaza donde está situada la catedral también está la nueva residencia que combina el estilo renacentista y barroco. Por último, destacamos “la pequeña Venecia” de Bamberg que se forma por las casas de los pescadores de la Edad Media, situadas en el río. La conservación y mantenimiento de todo ello en su conjunto, respetando los aspectos más genuinos de su singular identidad arquitectónica, hace que sea en la actualidad un importante foco de atracción.
Tania SOS DE MIGUEL