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Capilla de San Vicente de Paul en Coyoacán

  • 1959 - 1960
  •  
  • LóPEZ CARMONA, Fernando
  • DE LA MORA, Enrique
  • CANDELA, Felix
  •  
  • México, D. F.
  • México
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DE ANDA ALANÍS, Enrique X., Candela 1910-1997. El dominio de los límites. Taschen. Colonia, 2009.


pág.73. " En un predio próximo al que ocupa el "Altillo", la congregación religiosa de "Las hermanas de San Vicente de Paul" encargó su capilla en 1959. Cayoacán está dentro de la memoria de la ciudad de México por ser una zona densamente arbolada y ajardinada; las "Hermanas paulistas" edificaron en uno de estos terrenos una casa de retiro para ancianos, cuya capilla dedicada a la Virgen pasó a ser un lugar muy importante. 


A diferencia de otros proyectos, en este caso se dispone de un terreno escaso y sin muchas posibilidades de de ofrecer perspectivas tan amplias como otros inmuebles. El otro problema a resolver fue la necesidad de conectar el acceso de la capilla con la "casa de retiro" para evitar a los ocupantes el fatigoso desplazamiento por el exterior. La solución fue totalmente inédita tanto en planta como en alzado; se partió de una planta formada por tres triángulos isósceles cuyas bases dieron lugar a un tríangulo equilátero, en el cual se aloja el presbiterio. La cubierta está formada por tres hypars de borde recto con eje mayor en planta de 20 m y el menor en 15 m creando una superficie de aproximadamente 450 m2 en el interior. Los hypars, tienen un promedio de espesor de 4 cm y se sostienen individualmente en dos puntos de apoyo a tierra,  con forma triangular y una aleta perpendicualr externa que opera como contrafuerte. Como en el caso de "El Altillo", los hyparsson asimétricos, elevando la parte posterior del manto para formar un elemento vertical que coincide con la zona del altar. Es en este punto donde se establece el equilibrio de todo el conjunto; los mantos que se verticalizan compensan el pronunciamiento en cantiléver de la parte frontal, y al ascender los tres siguiendo cada uno su directriz, se vincularon entre sí con barras de acero que reciben las fuerzas de tracción. Siguiendo a Colin Faber, la solución de las costuras de acero que equilibran los tres hypars es "puramente Candela"; es decir, comprometió el tema estructural a la solución estética del edificio, en este caso con tres mantos de vitrales de color. 


Como es habitual en las soluciones estructurales de Candela, a simple vista ya se puede apreciar el modo en el que mecánicamente están trabajando los mantos: no hay disfraces ni engaños,  los pesos de la aparente caída de las membranas se estabilizan con las suturas verticales. Al final la solución alcanza undoble virtuosismo; por el lado plástico, todo el conjunto toma la forma (no por casualidad) de la singular cofia "paulina" hecha con tres lienzos de tela plagada; mientras que la parte arquitectónica se resolvió priorizando el eje norte-su a partir del acceso (con el coro arriba) y rematando con el altar. Las naves para el asiento de los feligreses coincide con cada uno de los hypars; la luz penetra a través de los ventanales que ofrecen una vista permanente del jardín lleno de flores. Cuando de pasa de los pasillos de la casa de retiro a la capila, nada permite suponer la grandeza del espacio después de curzar una puerta de apenas 1.50x2 m. de altura. Cuando se realizó el proyecto de la capilla, Candela dominaba totalmente el tema de la estabilidad estructural y los arquitectos asociados ya sabían perfectamente cómo hacer coincidir los temas del espacio litúrgico con las posiciones estructurales."

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