Págs.74-79.“Construir para las masas. 1945-1970”.
Una alternativa a las grandes urbanizaciones fue la renovación de las viviendas existentes, que tenía mucho sentido en ciudades como Nueva York, cuya área de West Side estaba llena de casas de piedra arenisca, por debajo de la calidad media. Una de las ventajas de la renovación, era que no hacía falta dividir a las comunidades o realojarlas, y que se les podía preguntar cuales eran sus necesidades y deseos. La arquitectura “comunitaria” permite que la gente tenga una influencia directa sobre su entorno. Uno de los planos de mayor éxito es Byker Developement en Newcastle-upon-Tyne en Gran Bretaña (1868-81) de Ralph Erskine, Vermon Fracie y Roger Tillotson. A pesar de ser un modelo de viviendas masificadas para 10.000 personas, los arquitectos pidieron la opinión de los futuros residentes e incluso vivieron en el lugar y su estudio, también in situ, se convirtió en algo parecido a un centro social. El resultado es una construcción de poca altura que ha conservado señas de identidad como pubs e iglesias, y que ha intentado mezclar tiendas y despachos junto con los alojamientos para ofrecer una manera de vivir más normal y tradicional. Una de las claves del éxito de Byker Developement parece radicar en la variedad inherente al proyecto. También se puede apreciar esa manera de evitar la uniformidad en conjuntos de éxito como la Rue des Hautes-Formes en Paris, construida en 1975 y 1979 por Georgia Benama y Christian de Port Zamparc. Hay 209 apartamentos en los que existen 18 tipos y 100 variaciones. Todos están en seis edificios agrupados alrededor de una calle con una plaza central.