Rusia estaba sumida en una Guerra Civil. Por un lado estaban los “rojos”, los comunistas, los Bolcheviques, seguidores de Lenin y de Trotski. Luchaban contra los “blancos”, monárquicos y conservadores. Esta atracción es una herramienta propagandística fundamental. El Lissitzky desarrolló diferentes carteles propagandísticos, además de portadas de libros y otro tipo de cubiertas. Podemos destacar en este cartel cuatro elementos. En primer lugar, las dos personas, mirando a un punto fijo elevado, marcando una diagonal visual a la que siquen las dos franjas rojas que enmarcan los textos. Hombre y mujer juntos, pueblo unido. Tenemos también el avión y el tanque, elementos ultra-modernos para la época, que denotan el avance industrial e inspiran confianza en el espectador.