Inprimatu

FRAMPTON Kenneth., Historia crítica de la  Arquitectura Moderna. Gustavo Gili. Barcelona, 1987. 


Págs.64-73 "El racionalismo estructural y la influencia de Viollet-le Duc; Gaudí, Horta, Guimard y Berlage, 1880-1910 “ 


Cabe suponer que lo de Guimard, al igual que Gaudí y Horta, imaginaba una “evolución de los elementos constructivos” de un estilo nacional, tal y como lo propugnaba Viollet-le-Duc. Sin embargo, al cambiar el siglo, había por lo menos tres versiones del estilo Guimard: una expresión mezclada, rústica, tal como la hallamos en los chalets suizos rurales que construyó entre 1899 y 1908, y de la cual es típico su Castel Henriettede 1900; un estilo urbano de ladrillo, cuidadosamente unido y de obra de piedra dramáticamente esculpida, tal como lo hallamos en su propia casa de la Avenida Mozart de Paris, en 1910; y finalmente una manera ferrovitrea, aracnoidea, que fue producida en serie poco después de 1899, cuando se le paso el encargo de las estaciones de metro de Paris. Las entradas fueron construidas con piezas de hierro en serie e intercambiables, fundidas en forma de elementos naturales y que enmarcaban acero esmaltado y vidrio. Paradójicamente, se acercaban más a la expresividad lineal de Horta que al rigor moral de un Baudot, y Guimard incluso trató la tipografía y la iluminación de estas estructuras, como la continuación sinuosa de su forma. A partir de entonces, durante los cuatro años siguientes, estas emanaciones aparentemente naturales de un mundo subterráneo prodigioso hicieron erupción en las calle de Paris, para dar a Guimard la fama como creador del “Style Métro”.


Desgraciadamente, esta merecida notoriedad ayudó a eclipsar una efímera obra maestra de toda la carrera de Guimard, su sala de conciertos Humbert de Romans, completada en Paris en 1901 y demolida en 1905. Como la maison du Peuple de Horta, seguramente debe ser contemplada esta sala como uno de los logros principales del racionalismo estructural. El texto de Fernand Mazadede 1902 todavía es capaz de evocar el vigor de un interior que, salvo unas pocas fotografías ajadas, se ha perdido por completo:


“Sus ramas principales, cinco en total soportan una cúpula bastante alta, perforada como los lados, por ventanales rellenados con vidrio de color amarillo pálido, a través de los cuales la luz se abre paso en abundancia hasta el interior de la sala. La estructura es de acero, pero el metal está cubierto por caoba.. el resultado es el techo más elaborado concebido jamás por un arquitecto francés. “


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COLQUHOUN Alan., La arquitectura moderna. Una historia desapasionada. Gustavo Gili.Barcelona. 2005. 


Págs. 13-33.“El Art Nouveau, 1890-1910” 


     En Francia fue Héctor Guimard (1867-1942) –como en Bélgica había sido Horta- quien integró los nuevos principios decorativos en un estilo arquitectónico coherente. Guimard no tenía estrechas relaciones ni con Bing ni con las instituciones parisienses de las artes decorativas, pero si afinidad con Viollet-le-Duc era incluso más fuerte que la de Horta. Dos obras tempranas, la escuela del Sacré Coeur en París (1895) y la casa Coillot en Lille (1897), se basaban en ilustraciones de los Entretiens y el Dictionnarie de Viollet. Después de ver las casas de Horta en Bruselas, Guimard quedó tan impresionado que revisó los dibujos de su primera obra de gran tamaño, el edificio de viviendas Castel Béranger en París (1894-1898), y rehízo las molduras de piedra y los detalles metálicos para dotarlos de formas plásticas y curvilíneas. En el interior del auditorio Humbert de Romans (1898, demolido en 1905) y en las famosas entradas al metro de París, Guimard llevó la analogía entre la estructura metálica y la forma de las plantas mucho más lejos de lo que puede apreciarse en la obra de Horta.


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