Págs. 59-88.“El racionalismo como método de proyectación: progreso y crisis”.
La abstracción en el arte, la arquitectura de formas elementaristas y cúbicas o la ciudad zonificada constituyen la culminación del racionalismo. Una de las referencias iniciales del racionalismo tiene mayor influencia en el pensamiento y la arquitectura radica en el método desarrollado por René Descartes (1596-1650) y expuesto esencialmente en su Discurso del método (1637).
De hecho, lo que hizo Descartes fue poner en primer término un concepto básico presente en la misma historia de la humanidad: la facultad natural que todo hombre tiene para razonar. Este sentido común es refundamentado con la aproximación al mundo de la ciencia, la medicina, las matemáticas y la geometría. El filósofo francés plantea cuatro cautelas para todo razonamiento, basadas en no aceptar nunca ningún a priori, en ir subdividiendo los problemas, en ir razonando desde lo simple hacia lo complejo y en realizar unas exhaustivas enumeraciones de todo proceso lógico. El mundo y la naturaleza se componen de entidades elementales -fuerzas calculabes y cuerpos medibles, tal como señaló Galileo Galilei- y se trata de descomponer la complejidad de todo problema en estas unidades resolubles, solucionando las dificultades por partes. Descartes defiende, por tanto, un racionalismo que niega la autoridad del pasado, estableciendo tabula rasa y aplicando como método la experiencia propia interpretada a la luz de la razón.
Págs. 159-180.... En todo caso, las relaciones temáticas, estructurales, plásticas y conceptuales entre obras de distintas artes pueden llegar a ser infinitas. Se ha hablado del paralelo entre espíritu geométrico de Rene Descartes, el jardín clasicista francés y la lógica paradójica de las tramas teatrales de Jean Racine; o se ha comparado muchas veces la divina comedia de Dante con una catedral gótica, estableciendo que santo Tomás de Aquino, Dante y Giotto constituyen, respectivamente, la expresión teológica, poética y figurativa de una misma idea. Se han podido comprara las estructuras duales, en espiral, de tres obras distintas de los años 70, en las cuales el recorrido y movimiento del espectador siempre se desarrolla en la superposición de dualidades: el dibujo y proyecto de escultura Island Project de Robert Smithson (1970), El edificio de la ampliación de la Staatsgalerie en Stuttgart de James Stirling (1977-1985) y la novela Se una notte d’inverno un viagatore de Italo Calvino (1979). Y la performance de danza titulada “Celebration in the city place” dirigida por Marilyn Wood, utilizando las plantas del Seagram como escenario iluminado por la luz interior, puso en evidencia el carácter transparente y armónico de la obra de Mies Van der Rohe....