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MAEKAWA, Kunio

  • Arquitecto
  •  
  • 1905 - Niigata. Japón
  • 1986 - Tokyo. Japón

CURTIS William. J. La arquitectura moderna desde 1900. Edit. Phaidon. Hong Kong, 2006. 


Págs. 513- 527.“De monumentos y monumentalidad: Louis I. Kahn” 


Pero el poderoso estilo tardío de Le Corbusier podía revelarse útil como punto de partida para algunos talentos sensibles que retomasen no sólo los efectos externos, sino también los planteamientos intelectuales para la transformación de los antecedentes. Los ejemplos japoneses citados en el capítulo anterior indican algunas vías las cuales arquitectos como Mayekawa y Tange fueron capaces de combinar las sugerencias de Le Corbusier con una reinterpretación de las tradiciones asiáticas en madera, al crear una iconografía cívica para nuevas instituciones democráticas como los ayuntamientos.


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BENEVOLO, L.,Historia de la arquitectura moderna. Edit. Gustavo Gili. Barcelona, 1987.


Págs. 733-770."La difusión mundial” 


Págs.755-770. Japón


El terremoto de 1923, que arrasa casi por completo a Tokio y Yokohama, hace necesario un vasto programa de reconstrucción y obliga a los proyectistas a considerar rigurosamente las ventajas y desventajas de los diversos sistemas constructivos. Estos apremiantes compromisos técnicos favorecen la difusión de las tesis racionalistas. Se forma el grupo Shinko Kenchikuka Remmei (Asociación de los arquitectos jóvenes) y poco después otro, bastante más importante, Nihon Kosaku Bunka Remmei (Asociación japonesa para el diseño industrial) en el que participan H. Kishida, S. Horiguchi, K. Ichiura, K. Maekawa, Y. Taniguchi, S. Koike; su programa se inspira en el Deutscher Werkbund y se propone reunir todas las energías artísticas, poniéndolas en contacto con el mundo de la industria; el grupo publica incluso una revista, Kendai Ken- chiku (arquitectura de hoy).


Al mismo tiempo se traban contactos directos con maestros del movimiento moderno en Europa. El profesor K. Imai, durante un viaje de estudios, entra en contacto con Gropius, LeCorbusier, Mies van der Rohe y B. Taut. Kunio Maekawa, entre 1928 y 1930, y Junzo Sakakura (1904-1968), entre 1931 y 1936, trabajas en el estudio de Le Corbusier. A partir de 1933. B. Taut reside en Japón y contribuye decisivamente al estudio de la tradición local. distinguiendo en ella los aspectos caducos de los aspectos permanentes, susceptibles aún de desarrollo....


... El acoplamiento de estos elementos heterogéneos se hace cada día más difícil a causa del desarrollo económico y social: en este marco debe colocarse el renacimiento de la arquitectura nipona que hoy llama la atención de todo el mundo.


Los arquitectos de la generación que se ha formado entre las dos guerras siguen produciendo obras de excelente nivel: entre las más notables, el Museo de Arte Moderno en Kamakura, de J. Sakakura (1951), la Banca Nippon Sogo en Tokio, de K. Maekawa (1952), las oficinas del «Reader 's Digest de A. Raymond (1952) y el asilo para jubilados de M.Yamada (1953), todos ellos en la capital nipona. Pero el ambiente japonés se convierte entema de discusión a causa de otro grupo de obras, dotadas de una mayor carga polémica yque suponen una más claraalternativa al desorden de los actuales organismos urbanos.


Kenzo Tange, antiguo ayudante de Maekawa, se manifiesta en la posguerra con algunos edificios duros y artificiosos, un pabellón para exposiciones en Kobe, en 1950; el memorial de Hiroshima. comenzado en 1951 en los cuales el mecanismo estructural es exhibido minuciosamente, confiriendo a la arquitectura una corporeidad sumaria, elemental.


En la prefectura de Kagawa, iniciada en 1954, afronta con la misma resolución los aspectos distributivos del tema y crea una obra totalmente nueva en el Japón: no es un edificio para oficinas cerrado y hostil, sino un centro cívico abierto y acogedor, con una planta baja que los peatones pueden recorrer en su totalidad, sobre la cual se levanta el bloque bajo de los locales en contacto con el público y la torre cuadrangular de las oficinas, la estructura de hormigón armado queda siempre rígidamente marcada, con encajes aparatosos, especialmente en los balcones corridos que rodean la torre de las oficinas, imitando vagamente los múltiples aleros de las antiguas pagodas. Junto al edificio de Tange, Maekawa construye una biblioteca con sala de música, de formas más discretas, pero siempre rodeada de amplias zonas peatonales, cubiertas y al aire libre, con objeto de crear un auténtico centro cívico, en el sentido europeo.


 Por la misma época, Hiroshi Oe, coetáneo de Tange y profesor de la Universidad la ville de Hosei, construye para dicha Universidad un grupo de edificios pensados para propiciar la vida en común de los estudiantes También aquí se despeja el terreno por medio de pilotis y se cuida particularmente la distribución de los espacios exteriores, en estrecha relación con los ambientes destinados a reuniones, situados en la planta baja.


Tange ha construido también el Palacio Municipal de Tokio, una de sus obras más discutidas; el bloque para oficinas está precedido por una plaza pública pavimentada con losas, que se prolonga bajo los pilotis y embellecida con los más refinados recursos de la jardinería tradicional. Se subvierte así la habitual concepción de un organismo semejante: son los visitantes, y no los empleados, los protagonistas de su funcionamiento. Architectural Forum reproduce unas declaraciones de uno de los colaboradores de Tange: «Parece que los ascensores son demasiado pequeños porque habíamos creído que las horas punta del tráfico corresponderían con las horas de entrada y salida de los empleados, pero en realidad corresponden con el mediodía, cuando los visitantes llegan en masa» y el redactor comenta: “Está bien que se den estos inconvenientes en los edificios públicos”


Tange ha tenido que vencer resistencias muy grandes para poder llevar a término este edificio, y sus arquitecturas han suscitado en Japón tan fuertes adhesiones como oposiciones. En cambio, en el extranjero, se hace inmediatamente famoso. En 1959 recibe el Grand Prix d'architecture et d'art de la revista L'architecture d'aujourd'hui, en 1960 dicta un curso en el Massachusetts Institute of Technology. Naturalmente, el consenso internacional ha terminado por consolidar su posición también en Japón, y le ha proporcionado recientemente algunos grandes encargos oficiales, entre ellos las espléndidas salas cubiertas, realizadas para las Olimpiadas de 1964. Es lícito, incluso, atribuir a su estimulante actividad la mayor vitalidad de toda la producción nipona de los últimos años; incluso los proyectistas más confirmados realizan edificios que levantan violentas polémicas como la unité d'habitation de Maekawa en Tokio, que conmueve la tradicional organización doméstica, aplicando los principios de Le Corbusier, y el municipio de Yonago de T. Murano, donde éste parece repetir los acentos expresionistas del célebre almacén Sogo en Osaka de 1935 volviendo a ascender, por su parte, las discusiones en pro y en contra de la tradición. Actualmente Maekawa y Sakakura dirigen la ejecución del Museo de Arte Occidental en un parque de Tokio, proyectado por Le Corbusier con su habitual garra polémica.


La nueva arquitectura japonesa encuentra su complementación coherente en algunas propuestas urbanísticas formuladas por Tange y otras después de 1959. La carga polémica que distingue las experiencias precedentes se manifiesta en el carácter intransigente y casi dramático de estas propuestas, que han desatado un gran interés en todo el mundo.


Durante el curso impartido en el MIT en 1959, Tange estudia con los alumnos el proyecto de una comunidad para 250.000 habitantes, a situar en la bahía de Boston, en el cual las calles, viviendas y servicios están dispuestos en varios niveles dentro de una estructura de caballetes. Una organización de tal género dice que la explicación expresa la jerarquía de las distintas escalas: la de la naturaleza, la de las relaciones colectivas, la de la colectividad ligada a las funciones sociales y, por último, la escala individual de la vida humana... En este último nivel los detalles y la misma disposición de la casa pueden configurarse indiferentemente según el gusto de cada uno. Ello significa que existe la posibilidad de diferenciarse individualmente dentro del conjunto.


 En 1960, junto con K. Kamiya, A. Iso- zaki. S. Watanabe, N. Kurokawa y H. Koh, Tange publicó el Plano para Tokio, en el que esta idea pasa a convertirse en el medio para crear en la metrópoli una nueva estructura lineal capaz de romper el esquema centrípeto ahora inadecuado.


Los proyectistas reconocen que la metrópoli con más de diez millones de habitantes es un hecho inevitable y presenta diversos problemas de organización, distintos de los anteriores por cuanto corresponden a la creciente importancia de las actividades terciarias, que exigen un tipo nuevo de sistema circulatorio, es decir, adaptado a la absorción de un tráfico más intenso y dotado con enlaces más exactos y abundantes. De aquí la idea de un gran eje circulatorio que desde el actual centro de negocios se prolongue sobre las aguas de la bahía y forme el esqueleto sobre el que se apoyan las nuevas zonas comerciales, residenciales, administrativas y recreativas, relacionadas entre sí de modo orgánico.


 “Para organizar una metrópoli de tal modo que se imprima un orden a los distintos niveles de espacio urbano, tanto el privado como el público, es necesario disponer tales espacios con una neta configuración dentro del marco de la estructura urbana.


 Cuando se afronta el problema de las casas, se presenta la necesidad de construir un conjunto dinámico y global en el que se observe un orden progresivo, desde la casa al área de juegos para los niños, desde los espacios destinados a tranquilas reuniones hasta las grandes zonas abiertas y a los amplios centros de distracción y deporte: desde la guardería a la escuela elemental, a la escuela media, a las otras instituciones recreativas y sociales; desde las plazas de aparcamiento hasta las plazas para los transportes y las carreteras. La medida de estos distintos elementos debe disponerse en un todo orgánico, que se conecte bien con las viviendas particulares y que, al mismo tiempo, se adapte a los cambios, a la expansión y a la contracción”.


El gran entramado, formado por el sistema circulatorio y por las líneas de asentamientos, da al proyecto su carácter gigantesco y costoso pero que, según los proyectistas, no es utópico, siendo el que corresponde a una actividad constructiva tradicional que moviliza para la ampliación de la metrópoli sumas que ya hoy resultan increíblemente altas; se trata de una de las primeras megaestructura que se convertirán en la utopía característica del decenio  siguiente, cuyas realizaciones, sin embargo, sólo serán parciales.


Estas propuestas arquitectónicas y urbanísticas que sólo en parte son aceptadas por la Administración y las fuerzas económicas japonesas tienen, por el contrario, un vivo y rápido eco en el medio internacional. Tange y los otros se han convertido en poco tiempo en personajes cosmopolitas, que trabajan y polemizan a escala mundial.


La investigación arquitectónica, naturalmente, sólo es un aspecto del gran experimento en curso que permitirá insertar la sociedad japonesa en la internacional, y su suerte depende del éxito general. Los arquitectos japoneses se han lanzado políticamente en contra de los programas tradicionales de conciliación inmediata entre lo antiguo y lo moderno. En presencia de una ilustre tradición aún vigente y cuando la crítica está en posición de distinguir los aspectos secundarios de los sustanciales, reconociendo, por ejemplo, la modernidad de la casa tradicional con sus elementos unificados, la continuidad entre interior y exterior, la capacidad orgánica de ampliación. la nueva generación está convencida de que es imposible basarse en la conservación de aquella antigua armonía, ya imposible de reproducir en el mundo actual: es por ello que han aceptado los riesgos de una ruptura parcial, haciendo gravitar, decididamente, la importancia en los contenidos y no en las formas, e insistiendo en las posibilidades aún futuras de la técnica contemporánea.


 


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