A principios del siglo XVI se produjo una revolución que cambió la historia de la arquitectura europea e introdujo algunos elementos de una "modernidad" de nuestra cultura visual que han permanecido con nosotros hasta fecha reciente. La imagen impresa poniendo a disposición de muchos una imagen delante idéntica a la de su propia matriz (la misma imagen para todos, al mismo tiempo y en todas partes) constituye una frontera esencial en la historia de nuestra cultura figurativa. La difusión en el espacio y en el tiempo de diferentes formas arquitectónicas depende entre otros factores de algunas tecnologías de la información que permiten la acumulación y transmisión de los saberes técnicos, así como de los modelos artísticos, y por lo tanto la historia de los medios de comunicación es relevante para la historia de las teorías arquitectónicas y, en definitiva, también para la historia de la arquitectura ya construida.