Págs. 567- 587.“ Modernidad, tradición e identidad en los países en vías de desarrollo”
Los arquitectos del Tercer Mundo no tenían acceso a la tecnología ‘puntera’, pero podían sacar provecho de una mano de obra y unos materiales relativamente baratos. Esta combinación permitía soluciones que eran impensables en los países más industrializados. Los principales pabellones de exposiciones comerciales de Nueva Delhi (el ‘Pabellón de las naciones’ y el ‘Pabellón de las Industrias’, ambos proyectados por Raj Rewalen 1971, con Mahedra Rajcomo ingeniero consultor) demostraban cómo un sistema estructural normalmente de ‘tecnología punta’ (high tech) a base de barras y juntas de acero —un 'entramado espacial' inspirado en las mallas geodésicas de Buckmínster Fuller—podía construirse con soportes de hormigón de 'tecnología simple' (low tech) que empleaba un proceso constructivo con mucha mano de obra. El precio del acero era demasiado elevado en la India como para pensar en realizar ese sistema a la manera usual; pero el coste de la mano de obra habría resultado prohibitivo si se hubiese intentado construir esa idea con hormigón en Europa o Norteamérica. La solución híbrida de Rewal combinaba ambos mundos de un modo sensato y generaba vastos espacios con iluminación natural y unos exteriores piramidales en pendiente. Además de una estructura rígida, la malla hexagonal de vigas proporcionaba también una rejilla a modo de toldo que reiteraba el principio, y algo del trazado geométrico, del jali tradicional indio o pantalla parasol, pero a gran escala. Las plantas de los pabellones de exposiciones ponían de manifiesto el interés de Rewal por encontrar algún punto en común entre una versión actualizada del racionalismo estructural y los cuadrados, círculos y polígonos que eran la base de tantos edificios mogoles y premogoles.
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