Aunque suele pensarse que el siglo XX fue un siglo profano, gran cantidad de arquitectos del Movimiento Moderno recibieron encargos para diseñar edificios religiosos. Para Saarinen, esto se convirtió casi en una subespecialidad, en la cual, metafóricamente hablando, pudo poner en práctica su propia teología del diseño. La Iglesia Cristiana del Norte fue su segundo proyecto de este tipo. Fue construida 20 años después de la Iglesia del Santuario de Cristo, en el que había trabajado con su padre.
Saarinen había observado que, en el desarrollo histórico de estos edificios, la presencia de espacios adicionales daba lugar a un complejo arquitectónico del cual la iglesia era sólo una parte, y decidió revertir aquella configuración. Aquí, todas las áreas subordinadas se encuentran por debajo del nivel del suelo, devolviendo a la iglesia su posición predominante dentro de la jerarquía interna del proyecto. "La religión es algo para lo que tienes que encontrar tu camino". Por lo tanto, el camino que recorren los asistentes a la iglesia comienza abajo, para elevarse luego hasta la entrada del mundo sacro. Eero Saarinen dio forma a un recinto de fuerza iconográfica palpable, tanto en el diseño de su planta como de su sección transversal.
Seis marcos poligonales de acero laminado plegado, colocados en los vértices de un hexágono alargado, contribuyen a crear un interior libre de columnas y a definir su eje vertical. "Un sombrero de acero sobre una taza de hormigón"; así definió la estructura del edificio Henry Pfisterer, el ingeniero estructural del proyecto. La iglesia está colocada en dirección Este-Oeste, pero el espacio mantiene su foco arquitectónico en el centro, donde se encuentra el altar.
Pierluigi SERRAINO