"En la Edad Media, muchos molinos de agua - usados para moler grano, producir aceite, aplastar hojas, producir papel, etc. - se encontraban en toda la llanura aluvial de Geleytsbeek en Uccle. El molino de agua de Nekkersgat es uno de los pocos testimonios de este pasado rural. Durante la restauración, la linea a seguir de los arquitectos fue devolver al molino una lectura clara de su tipología."
Texto extraído de la exposición Premio Europeo de Arquitectura Philippe Rotthier 2017: "Agua, Arquitectura y Ciudad".