San Mames o San Mamés Barria es el nombre que recibe el estadio en el que juega el Athletic Club de Bilbao. Ubicado en la capital vizcaína, se edificó como sucesión a la antigua Catedral del futbol, tras haber sido sede de dicho club durante 100 años de historia (1913-2013).
El proyecto fue encargado al arquitecto bilbaíno Cesar Azcarate, quien intento plasmar el mismo ambiente, espíritu y las mismas sensaciones del viejo estadio, en uno totalmente renovado y acorde con la evolución arquitectónica y urbanística de la villa. Para ello, decidió emplazarlo justo al lado de donde se encontraba el viejo campo, en la explanada de la antigua feria de muestras de Bilbao.
La construcción del estadio se dividió en 3 fases: Una primera fase donde se construyeron 2/3 de lo que sería la construcción total ,y que actualmente constituyen las gradas norte, este y oeste. Una segunda fase donde se demolería el viejo campo, del cual se conservaría su icónico arco. Una fase final donde se completaría la construccion del estadio, con lo que actualmente es el graderío sur. En total, la construcción tardó 4 años en completarse, desde el 25 de junio del 2010 que se iniciaron las obras, hasta el 15 de agosto de 2014 que se dieron por concluidas, pese a haberse inaugurado un año antes en un partido de liga.
En cuanto a sus dimensiones, el estadio en sí ocupa una superficie de 21.000 m2, en los cuales, alrededor de 120.000 m2 son útiles. Su aforo es de 53.331 espectadores y el terreno de juego mide 105 x 68m. Tiene una altura aproximada a pie de calle de 30 m, dividida en 7 alturas. Una planta subsuelo donde se ubican las instalaciones, polideportivo, vestuarios y aparcamientos. Una planta baja que da acceso a la tribuna baja, puertas de entrada y escaleras. La planta primera alberga los palcos vips y la zona de restauración, con acceso al anillo central. Las plantas segunda y tercera que permiten el acceso a la tribuna alta y a los ventanales. Y una cuarta planta más una zona de cubierta, para instalaciones eléctricas, de iluminación y audovisuales.
Si nos enfocamos a su materialidad, la estructura del edificio se realiza con pórticos mixtos de hormigón armado, mientras que, para la cubierta, se utilizan cerchas metálicas radiales. Su cubierta inicial está forrada por unos cojines de EFTE blancos, pero posteriormente, se tubo que realizar una ampliación mediante el izado de una subestructura de cables, debido a los problemas con la lluvia.
Los graderíos se rellenan con asientos de color rojo, los cuales crean una sensación de presión sobre el terreno de juego. Las paredes interiores se pintan de color rojo en la zona de los espectadores, y de color negro en las partes superiores de los graderíos, para resaltar la estampa que forman tanto los asientos como la propia cubierta.
Refiriéndonos al exterior, la envolvente del edificio se compone de 2.700 lamas o velas de ETFE las cuales tienen integradas un sistema de luces LED, que convierten toda la fachada, en una gigantesca pantalla de luz 360º. Dependiendo desde donde se mire, toda la piel cambia de aspecto visual, creando un curioso efecto visual y de luz. Además, en toda esa pantalla, se incrustan tres grandes ventanales ubicados estratégicamente. La principal esta apuntando hacia la calle Licenciado Poza, vía de peregrinaje de la afición rojiblanca, mientras que las otras dos, sirven de mirador hacia la ría y la zona de Zorrotzaurre y Olabeaga.
Todo el complejo sirve de lugar de entretenimiento y disfrute, tanto por albergar eventos deportivos como musicales, y sin duda completan mediante una construcción espectacular la evolución y transformación de una ciudad que sigue creciendo urbanística y arquitectónicamente.
Ander QUEVEDO