COLQUHOUN Alan., La arquitectura moderna. Una historia desapasionada. Gustavo Gili.Barcelona. 2005.
Págs. 159-181.“La Alemania de Weimar: la dialéctica de lo moderno, 1920-1933”
La vivienda social. Con el Plan Dawes de 1924 y la consiguiente entrada de capital norteamericano en Alemania, la industria de la construcción empezó a recuperarse. entonces haces ciudades pudieron aprovechar la legislación de 1919 que les otorgaba un control limitado del uso de suelo y poner en marcha programas para paliar escasez de viviendas causada por varios años de inactividad constructora y por la considerable migración hacia las ciudades durante la Guerra.
La segunda mitad del siglo XIX había habido una creciente preocupación, entre los grupos reformistas de todos los países industrializados, por la falta de un alojamiento asequible a los trabajadores de cualificación media o baja punto hacia 1914, el movimiento para la reforma de la vivienda diacitron Alemania un considerable impulso y se había generalizado las sociedades inmobiliarias sin ánimo de lucro, aunque hasta entonces los resultados habían sido escasos. Por tanto, en 1924, cuando las autoridades municipales del Partido Socialdemócrata lanzaron sus programas de alojamiento, pudieron beneficiarse de unas instituciones y unos poderes. Una característica de la escapada de esa campaña de alojamiento era hasta qué punto estaba dominada por la vanguardia, aunque se había producido un accidente en Holanda, donde tanto Berlage como Oud también habían alcanzado puestos municipales de carácter oficial.
En la Primera Guerra Mundial, Alemania era rica en arquitectos técnicamente competentes e ideológicamente progresistas, y entre 1928 y 1931 a muchos se les encomiendan programas de alojamiento.
Al igual que las ciudades jardín suburbanas antes de la Primera Guerra Mundial, las colonias de posguerra consistían en enclaves de nuevas viviendas situadas a las afueras de las ciudades existentes. Las segundas diferían el malo de las primeras en varios aspectos. Por ejemplo, las colonias se construían para alcanzar mayores densidades y se componía principalmente de bloques de pisos de hasta 5 plantas que generalmente se disponían según en el principio de la construcción en hilera: bloques paralelos en dirección norte-sur situados en ángulo recto con las calles de acceso. Toda vaca y yendo al aire fresco del sol de los que notarialmente habían parecido las casas de vecindad de finales de siglo XIX. En el plano estético y simbólico, estos conjuntos seguía las reglas de la Neue Sachlichkeit: es decir, estaban despojados de cualquier ornamentación y tenían cubiertas planas. El ornamento fue sustituido por un uso bastante generalizado de las superficies de color. Las colonias más grandes incluyan edificios públicos como escuelas y hospitales, y las colonias solían estar dotadas de servicios públicos como calefacción central y lavanderías.
La vivienda mínima afectó a la clase media incluso más que a los obreros.
Se usa el hormigón armado para los forjados, cámaras, cubiertas y ocasionalmente los pilares, y excepto algunos experimentos con paredes murales prefabricados comer los materiales y las técnicas usadas en las colonias eran tradicionales. Los muros de ladrillo o bloques de clinker, siempre revocado. Ventanas y carpintería de madera y tendían a ser pequeñas. Las ventanas pequeñas como junto a las grandes superficies de muros lisos y los pesados áticos, daban con frecuencia a los bloques una imagen casi acogedora y vernácula.
Los trazados tipo colonia implacablemente racionales, como el de Gropius y Haesler no siempre eran populares. El crítico Adolf Behne escribe sobre el proyecto, acusándolo de ser tanto formalista como cientificista. Con este enfoque, el ático se vuelve más higiénico que el higienista. Cuántos créditos se le dio cierto grado de diferenciación formal. En la Siemensstadt de Berlín, Otto Bartnig y Hugo Haring tienen edificios dentro de un plan trazado por Hans Scharoun, una serie de bloques cortos paralelos quedaban subordinados a otro largo y como que los unifica va siguiendo la línea hacia la carretera. En la Siedlung Britz de Berlín, Bruno Taut, trabajando para la sociedad inmobiliaria GEHAG, centro su trazado en un gran espacio abierto con forma de herradura y aprovecho cualquier oportunidad para introducir cierta variedad en el proyecto mediante el color, el contraste entre los materiales, las calles curvas rotura de las alineaciones.es sus proyectos de viviendas en Berlín, Taut, pese a sus nuevas credenciales objetivas, llevó a cabo una especie de guerra de guerrillas particular en contra de los modernos más sachlich.
programa de viviendas más completo por el de Francfort, donde Ernst May, nombrado arquitecto municipal, se propuso poner en práctica un proyecto satélite no construido que había preparado para Breslau en 1921. El conjunto consistía en una serie de pequeñas Siedlungen, mayoría de los cuales se encontraban de fijamente apartadas de la ciudad en una verga que aún estaba intacta. De todas las Siedlungen, las de Francfort, Emplazamientos semirurales y su elevada proporción de casas unifamiliares, eran tal vez las más próximas a los ideales de las ciudades jardín suburbanas de la Raymond Unwin, para quién May había trabajado antes de la guerra. la mayoría de los satélites se proyectaron en el estudio de May, pero algunos se encargaron fuera, obra del arquitecto holandés Mart Stam. La respuesta pública al nuevo Francfort fue favorable en general.
Visto en retrospectiva, programa de viviendas sociales de la República de Weimar parece haber sido un extraordinario acto de voluntad arquitectónica colectiva. Y sin embargo, no fui capaz de afrontar muy por encima el problema de la vivienda. A pesar de los subsidios del gobierno y el uso de sociedades inmobiliaria sin ánimo de lucro, el precio las viviendas y yo siendo muy alto para los obreros no cualificados. No obstante, los logros del programa, en un sitio dando práctico como simbólico, fueron considerables. cómo sería proyectos que fueron como manifiestos arquitectónicos Comac creo la imagen de una sociedad ordenada, saludable y armoniosa que contrastaba con las miserables casas de la vecindad del siglo XIX.
Predominio de seguidores de la Neue Sachlichkeit en los programas de alojamiento de Weimar, había muchas arquitectos en Alemania creía que la arquitectura doméstica debía seguir los modelos vernáculos. muchos de ellos habían pertenecido los movimientos arts and crafts idioma jardín, y habían sido vanguardistas en su momento. el más preciosa influyente de todos ellos era Paul Schultze-Namburg, que llevó a cabo una impecable campaña en contra de la Neue Sachlichkeit y en favor del movimiento Heimatschutz. Entre 1926 y 1928, Schultze-Naumburg público una serie de libros que se fueron haciendo cada vez más nacionalistas y racistas en su tono, y que contribuyan a polarizar el debate público entre los modernos y los tradicionalistas, identificando los segundos con las ideas del nacionalsocialismo, aunque sus opiniones serán más o menos las de la gente conservadora de todos sitios.
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CURTIS William. J. La arquitectura moderna desde 1900. Edit. Phaidon. Hong Kong, 2006.
Págs. 241-255“La comunidad ideal: alternativas a la ciudad industrial”
Aunque la clientela de Berlín funcionaba de modo distinto a la de Frankfurt también participó en la creación de notables conjuntos de viviendas. Entre los más destacados estaban tal vez los de Gropius para la Siemensstadt y los de Bruno Taut y Martin Wagner en la Britz-Siedlung. Por esta época Taut ya hacía tiempo que había abandonado sus inclinaciones expresionistas y casi sagradas de finales de la década de 1910, a cambio, había adoptado la manera de hacer de la “Nueva Objetividad” Neue Sachlichkeit, que probablemente consideraba de lo más apropiado para el riguroso programa social implícito en los nuevos conjuntos de viviendas. Sin embargo, estaba lejos de ser un mero “funcionalista” en sus intenciones, y trataba de impregnar las formas estandarizadas y repetitivas de sus proyectos con un aurea de dignidad y con un espíritu comunitario. La planta de la colonia Britz estaba centrada en un espacio abierto en forma de herradura rodeado por una bande de viviendas. A partir de este foco se disponían rectángulos con franjas de espacios verdes entre ellos. Se rechazaba así deliberadamente la imagen de la villa aislada “burguesa” al igual que las insalubres casas de vecindad de la clase obrera del siglo XIX. Se suponía que el estricto lenguaje formal tendría un efecto purgativo. Sin embargo existía el eterno peligro de que el reduccionismo y la repetición sencillamente pudiesen degenerar en mera banalidad uando estuviesen ausentes el requerido control visual o la honradez de la visión socialista. Esto rendió a ocurrir en los múltiples derivados poco convincentes d elas Siedlungen clásicas. El peligro de aplicar primordialmente criterios utilitarios a gran escala quedó patente en la propuesta de la “Ciudad en altura” presentada por Ludwig Hilberseimer en 1924, en las que unos bloques fantasmagóricos y uniformes, con una articulación mínima, se mostraban fugando en prespectiva con calzadas a modo de cañones corriendo entre ellos.
Los conjuntos residenciales de May, Wagner, taut y los demás probablemente estaban unidos por los notables proyectos de viviendas, ligeramente anteriores de J.J.P.Oud en Holanda.
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LUPFER Gilbert, SIGEL Paul., Gropius 1883-1969. Propagandista del nuevo diseño. Edit Taschen. Köln,2006.
pág.71 "Esta gran colonia a la afueras del barrio de Charlottengurg cerca de las fábricas de piezas eléctricas de Siemens, se construyó en el marco del denominado "Programa adicional de construcción de vivienadas" del Ayuntamiento de Berlín. El mismo arquitecto municipal de Berlín, Martin Wagner, afin al Neues Bauen, propuso a los arquitectos. Junta a Gropius citó a Otto Bartning, Fred Forbát, Hugo Häring, Paul Rudolf Henning y Hans Scharoun. Como la mayoría de ellos pertenecían a la asociación progresista de arquitectos Der Ring, el complejo se dió a conocer también bajo el nombre de Ringsiedlung. la colonia tiene 1400 viviendas y 17 comercios alojados en 25 edificios de tres a cinco plantas. La compleja planificación de esta colonia de viviendas en hilera fue obra de Hans Scharoun.
Walter Gropius proyectó bloques alargados de diferente longitud que enmarcan el Jungfernheideweg, así como una casa en galería, en la Goebelstrase, unida al blouqe más largo. Los primeros albergan viviendas de 43, 55 o 69 m2 de superficie. cada una de ellas está dispuesta de lado a lado de la planta, dando al exterior por ambas fachadas. Para las plantas, Gropius tuvo en cuenta la directa posibilidad de acceso desde el pasillo a todas las habitaciones evitando así habitaciones de paso. Los prismas alargados de cuatro pisos de Gropius resultan convincentes no sólo por la plnata de las viviendas, sino también por su diseño exterior. Las fachadas están articuladas mediante balcones, pórticos y áticos retranqueados. El edificio se destaca por la fusión óptica de las ventanas de cada par de viviendas vecinas, impresión lograda mediante pañós ciegos de ladrillo cocido de color violeta oscuro que disimulan la separación y sugieren viualmente viviendas de mayor tamaño".
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FUSCO Renato de ., Historia de la arquitectura Contemporánea. Ed. Celeste. Madrid,1992.
Págs.263-350.“El racionalismo ”
Como se ve, asumiendo el tema del Existenzminimum como el más emblemático del código racionalista, resulta bastante poco rígido, muy alejado de ser una serie de preceptos fijos e indeclinables. Fue un código precisamente en la medida en que, aun estando basado en postulados lógicos y compartidos, permitía una amplia gama de respuestas. En efecto, si nos fijamos en los barrios de ensanche realizados por Ernst May entre 1925 y 1930 en Francfort, reflejan puntualmente la metodología unitaria del racionalismo, desde el design hasta el urbanismo, sus implicaciones con las artes figurativas, en una palabra, su código—estilo; sin embargo, si analizamos la entidad de la intervención, la autonomía de cada uno de los barrios aun dentro de la homogeneidad del plano y, sobre todo, la feliz coexistencia entre arquitectura y naturaleza influyendo en ello la experiencia inglesa de May, que había trabajado anteriormente en Inglaterra con Unwin, uno de los realizadores de la primera ciudad-jardín, podemos afirmar que el nuevo Francfort se diferencia claramente de las restantes realizaciones arquitectónico-urbanistas del racionalismo.
Otros numerosos ejemplos demuestran estas variaciones de los mensajes en la unidad del código. En la propia urbanística de Gropius el código admite manipulaciones muy diversas, sin hablar de los barrios realizados por Taut en Magdeburgo, por Haesler en Celle o por Martin Wagner en Berlín. En el barrio Törten de Dessau, que presenta en planta un esquema radial entorno al edificio de la cooperativa, puede decirse que es la red viaria, con calles limitadas por una doble banda de casas en hilera, la que determina la configuración de todo el conjunto. Por el contrario, en el barrio de Dammerstock, cerca de Karlsruhe, la planimetría general constituye uno de los primeros ejemplos donde se afirma la independencia del esquema viario con respecto a la configuración y disposición de los edificios. Esta diferenciación rigurosa se desvanece nuevamente, a su vez, para dar lugar a una tercera situación en el barrio de Siemensstadt, construido en Berlín en 1929. Por motivos orográficos y paisajísticos, coexisten aquí la tendencia a alinear los edificios según las calles (pensemos en los edificios alargados proyectados por Bartning, Scharoun y Gropius) y la tendencia a disponer perpendicularmente a la red viaria los bloques de edificación (por ejemplo, en los edificios de Häring, Forbat o Henning). La comparación entre este barrio y el precedente muestra algunos aspectos particulares interesantes, en lo que se refiere a la tipología de edificación. Los edificios de Karlsruhe, quizá para compensar el abstracto rigor urbanístico, presentan una volumetría articulada, una alternancia de volúmenes macizos y espacios vacíos en los balcones. En Berlín tenemos la situación contraria: a la composición urbanística más flexible corresponde una masa de edificación más compacta. En la zona proyectada por Gropius, que aquí como en Dammerstock coordina el trabajo de otros arquitectos, las partes macizas predominan sobre los vacíos, tratados como simples huecos horizontales. A pesar de este esquematismo, el tema de la articulación volumétrica presente en toda la obra de Gropius aparece en la leve vibración plástica de la balaustrada maciza, que sobresale del plano de la fachada.
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Pág. 530-564.”Formación del Movimiento Moderno en Europa entre las dos guerras. Aproximación a los problemas urbanísticos”
3.- La urbanística de Gropius.
Es por lo tanto natural que, en el siguiente barrio la Siemensstadt,' cortado por una línea de ferrocarril y una carretera curva, Gropius subordine la composición a estos elementos preexistentes: el largo edificio de Bartning, con apartamentos orientados hacia el Sur, se sitúa a lo largo de la carretera que va de Este a Oeste; al otro lado se disponen perpendicularmente los bloques de Háring con apartamentos a dos fachadas, mientras al sur del ferrocarril los edificios de Scharoun convergen encuadrando el paso subterráneo. Gropius se reserva el proyecto de tres bloques de casas cerca del cruce principal, que es el centro virtual, muy poco más acentuado, del barrio (fig. 605-609).
Aquí también los edificios públicos se disponen periféricamente y sirven para resolver los nudos y testas de los bloques residenciales. No queda ningún residuo de las pequeñas y fatigosas composiciones que complican la distribución de los barrios contemporáneos, incluidos los dos de Taut en Britz y Zehlendorf, recién acabados.
La red de tránsito rodado es muy reducida, la jerarquía de funciones clara e inmediatamente legible, la uniformidad de las condiciones higiénicas de cada vivienda está asegurada por la regularidad del trazado, mientras que se aprovecha celosamente cada incidencia para variar y enriquecer la composición. En resumen: cada elemento está motivado racionalmente y tiene el mismo carácter sincero y persuasivo de las cercanas estructuras industriales; por primera vez un barrio obrero tiene un trazado unitario y la solidez necesaria para no hacer un mal papel comparado con la fábrica, respetando siempre y en cada una de sus partes la escala humana y las exigencias, tanto más frágiles, de la intimidad doméstica.