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FRAMPTON K., Historia crítica de la arquitectura moderna. Edit. Gustavo Gili. Barcelona, 1987.


Págs. 226-233.“Le Corbusier y la monumentalización de lo vernáculo, 1930-1960” 


Le Corbusier y Pierre Jeanneret habían pensado ya en su arquitectura doméstica de finales de los años veinte como poseedora de un fuerte vínculo con el entorno natural, pero nunca habían previsto que esta conexión tuviera lugar a una escala monumental. Ahora con su mansión de vacaciones diseñada por Héléne de Mandrot y construida en las afueras de Toulon en 1931 y su casa Errazuriz proyectada para un lugar remoto de Chile (1930), empezaron a contemplar sus obras a través de paisajes de proporciones titánicas. Este sutil desplazamiento hacia una sensibilidad topográfica contrastada con su aceptación, aparentemente espontánea de la construcción vernácula como modalidad de expresión. Aunque habían utilizado antes paredes cruzadas de carga, nunca habían explotado las cualidades expresivas de la piedra toscamente desbastada.


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BENEVOLO, L.,Historia de la arquitectura moderna. Edit. Gustavo Gili. Barcelona, 1987.


 Págs. 621-669. ”Formación del Movimiento Moderno en Europa entre las dos guerras.Los progresos de la arquitectura europea entre 1930 y 1940”


2.- Los resultados de las investigaciones marginales en Francia e Italia...


... Ya en 1930, cuando construye paга М. Errazuri una casa en la costa chilena. Le Corbusier adopta muros de mampostería y troncos de madera toscamente desbastados: la rusticidad de los materiales no impide en modo alguno la manifestación de un esquema claro y de una estética moderna y, de hecho, la composición no busca ningún efecto tradicional, sino que recibe de los materiales antiguos un insólito carácter sólido y acogedor. En 1935 realiza dos casas de vacaciones en la periferia de París y en la costa atlántica muy distintas, una de otra, usando también aquí procesos de construcción tradicionales y poco costosos. En la primera, las paredes de piedra sostienen las bóvedas rebajadas de hormigón armado, recubiertas de tierra vegetal en el exterior; en la segunda, dada la imposibilidad de controlar directamente la obra, se pensó componer la construcción en tres partes: un esqueleto realizado en mampostería, un armazón de madera y una serie de tabiques prefabricados, hechos con bastidores de madera y rellenados con vidrio, contrachapado o fibrocemento. Comentando en su Oeuvre complète la casa de los alrededores de París Le Corbusier escribe:


Uno de los graves problemas de la arquitectura moderna (que para muchos tiene un alcance internacional) es el de establecer, de manera sensata, el empleo de los materiales. En efecto, al lado de los nuevos volúmenes arquitectónicos determinados por los recursos de las nuevas técnicas y por una nueva estética de las formas, una cualificación concreta y original puede realizarse gracias a la virtud intrínseca de los materiales


 

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