Págs.74-79.“Construir para las masas. 1945-1970”.
Sin embargo esos seguidores no siempre analizaron sus planos con la profundidad que lo hizo Le Corbusier, con el resultado de que el Movimiento Moderno fracasó en el área que mayor importancia tenía para políticos y planificadores así como para los arquitectos; se trata de la vivienda masificada. Su predilección por los bloques excesivamente altos desacreditó el movimiento a los ojos del público y acabó por alienar a una generación, por lo que los arquitectos llegaron a ser una “raza” desprestigiada por mucha gente.
Proyectos como el Roehampton Estate de Londres y los complejos Park Hill y Hyde Park en Sheffield, a pesar de haber tenido una apreciación buena y premios al principio, no tuvieron apreciación ante la gente que tenía que vivir allí, se encontraba aislada y amenazada en sus pisos. La talla misma de esos proyectos les parecía intimidadora, sobre todo la gente poco acostumbrada a subir y bajar escaleras, y los caminos o “calles en el cielo”, a pesar de haber sido pensados para lugares de encuentro que pudiesen engendrar sentimientos de pertenecer a una comunidad y que tenían las viejas entradas y los muros jardín para poder encontrarse y conversar tranquilamente, no tardaron demasiado tiempo en convertirse en lugares despoblados que serían frecuentados pronto por cuadrillas de gamberros y hordas de perros.
Los conceptos del Movimento Moderno con ideas del tipo “cuanto más alto mejor”, “la forma sigue a la función” o “el experto lo sabe mejor”, no atrajeron la simpatía del gran público para con los exponentes del movimiento, al verlos apartados de la vida de cada día; poco a poco la tendencia fue dar la espalda a los proyectos de viviendas masificadas y de gran altura.