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CURTIS William. J.  La arquitectura moderna desde 1900. Edit. Phaidon. Hong Kong, 2006. 


Págs.217-240 .“Los rascacielos y la periferia suburbana en los Estados Unidos en el período de entreguerras”


La casa Millard en Pasadena, de 1923, estaba tratada como si fuese una ruina artificial en la que los efectos ornamentales de textura de su construcción con bloques de hormigón quedaban incompletos sin las plantas trepadoras y sin la acción de los agentes atmosféricos.


La casa Ennis (1923-1924) —que se alzaba en un emplazamiento prominente con amplias vistas— estaba rodeada por unas terrazas casi ceremoniales, y su propósito doméstico quedaba superado por una escala grandiosa y casi monumental. La casa Freeman (1923-1924) surgía del terreno como una tumba antigua, y el recorrido a través del edificio circulaba por escaleras y pasajes débilmente iluminados antes de vislumbrar una extensa vista por la cristalera de la sala de estar. En todos estos edificios californianos se aprecia la preocupación de Wright por las cualidades primordiales del espacio, por los arquetipos de la vivienda y por la noción de los orígenes. Las imágenes y las connotaciones están muy lejos de las obsesiones mecanicistas y de las transparencias 'ingrávidas' de la vanguardia europea del mismo periodo.


No obstante, las 'casas de bloque de hormigón' (como se denominaron a veces) revelaban el compromiso de Wright con la experimentación y la estandarización tecnológicas. La idea era crear edificios a partir de unos cuantos módulos geométricos y piezas prefabricadas de hormigón. Los bloques debían unirse con cemento y sellarse en obra, una vez que las armaduras de acero se hubiesen introducido en las ranuras previstas. El vidrio podía insertarse en los propios bloques, o bien tratarse independientemente como hojas. Si el exterior de las casas de Wright de este periodo parece macizo, los interiores se disolvían mediante trazados geométricos de cenefas que les proporcionaban una luz evocadora y misteriosa


El arquitecto sentía una curiosidad por la idea de entrelazar el vidrio plano y el hormigón, y por la noción de muro perforado, un tema que se exalta en la casa Freeman mediante una transición gradual entre el cerramiento mural y las esquinas acristaladas y transparentes. Posiblemente, en este caso Wright estaba haciendo analogías con el trenzado o con la trama y la urdimbre de los tejidos (lo que recuerda tanto las teorías de Semper sobre los orígenes del revestimiento como esa clase de ornamento geométrico tallado en los frisos de piedra de antiguos ejemplos mexicanos como Mida o Uxmal). Cualesquiera que fuesen los paralelismos históricos, los motivos abstractos de los bloques repetían con frecuencia los del edificio en su conjunto: eran, pues, 'microcosmos' de temas más amplios.

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