Imprimir
 Plan de expansión general de Amsterdam.

Plan de Amsterdam

  • 1935 -
  •  
  • MULDER, Jakoba Helena
  • VAN LOHUIZEN, Theo
  • SCHEFFER, L.S.P
  • VAN EESTEREN, Cornelis
  •  
  • Amsterdam
  • Países Bajos

BENEVOLO, L., Historia de la arquitectura moderna. Edit. Gustavo Gili. Barcelona, 1987.


 Págs. 621-669. ”Formación del Movimiento Moderno en Europa entre las dos guerras. Los progresos de la arquitectura europea entre 1930 y 1940”


3.- Los Países Bajos.


Pero mientras tanto, la nueva ciudad se transforma en algo más que una aspiración teórica. En los mismos años un grupo de urbanistas trabaja en el nuevo plan regulador de Amsterdam, donde los principios de la Carta de Atenas se aplican por primera vez a la realidad, ratificados por una sólida experiencia de planificación urbana.


 En 1928 se instituye, en el ámbito del departamento de trabajos públicos del Ayuntamiento de Amsterdam, una oficina urbanística autónoma, dirigida por L. S. P. Scheffer. A continuación se inicia el proyecto del plan regulador general, dirigido por Van Eesteren, ya miembro del grupo De Stijl y colaborador de Van Doesburg.


 El Ayuntamiento dispone ya del terreno necesario para la expansión de la ciudad, gracias a la política previsora de expropiación de las áreas periféricas. De esta manera desaparece el principal obstáculo indicado en la declaración de La Sarraz y en los sucesivos documentos de los CIAM, y el proyecto puede iniciarse de acuerdo con los principios teóricos que se están elaborando durante el mismo período. Las principales innovaciones del plan, respecto a las precedentes, son:


 - Las minuciosas investigaciones estadísticas que preceden a las decisiones del plan general y de los planes parciales: con ellas se elabora una hipótesis sobre la evolución de la población durante los próximos cincuenta años, y todas las previsiones se dimensionan según ello: se establece, barrio a barrio, el número de viviendas de cada tamaño, los distintos tamaños de estas viviendas, la distribución de las clases sociales, la ubicación de los servicios.


 - La subdivisión de la periferia en barrios de aproximadamente 10.000 viviendas cada uno, todos provistos de las necesarias instalaciones y separados por zonas verdes; cada nuevo barrio implica un nuevo plan parcial que sólo será estudiado cuando está próxima su realización.


 -La gradual sustitución de las manzanas cerradas berlagianas por bloques abiertos orientados de Norte a Sur (o, menos frecuentemente, de Este a Oeste) siguiendo el ejemplo de los barrios alemanes.


 El plan de Amsterdam propone una alternativa coherente a la teoría de la ciudad-jardín, que desde principios de siglo aparece en casi todos los razonamientos referentes a la ordenación urbana. La idea de la ciudad-jardín nació como contraposición a la ciudad -no como reordenación de la ciudad- poniendo de manifiesto la necesidad de articular el tejido urbano en núcleos autosuficientes, y ha puesto sobre este concepto de la autosuficiencia un énfasis inoportuno, que se encuentra tanto en los partidarios de la ciudad horizontal como en los de la ciudad vertical, como Le Corbusier.


 En Amsterdam, la concentración de las actividades económicas y direccionales alrededor del puerto, dentro del abanico seiscentesco, el alto coste de los terrenos y la consideración de la bicicleta como medio principal de transporte hicieron excluir inmediatamente la idea de la expansión por núcleos separados. Así, se puso el acento, no sobre cada barrio, sino sobre su unidad y sus vínculos recíprocos, y se demostró que una ciudad puede estar bien organizada incluso manteniendo una alta densidad y un crecimiento compacto.


 El proyecto arquitectónico está dirigido por un minucioso sistema de controles: cada barrio está dividido en unidades menores y cada una de ellas se confía a la supervisión de un arquitecto encargado de armonizar los distintos proyectos. Los supervisores dependen de la comisión permanente del plan, presidida por Van Eesteren, que se encarga de la supervisión general.


 En una ciudad de este tipo los espacios verdes equipados adquieren suma importancia y constituyen, incluso, los episodios relevantes del nuevo tejido urban; destacan el lago artificial Sloterplas, con los jardines que lo rodean que forman el núcleo de los barrios occidentales de expansión y el bosque de 900 hectáreas creado ex novo entre los barrios occidentales y los meridionales. El plan regulador de Amsterdam, aprobado en 1935, está todavía en vigor y es objeto de constantes puestas al día; la validez del experimento está demostrada por la capacidad de adaptarse a los cambios de las circunstancias, conservando la continuidad y la coherencia de la tendencia inicial.


BENEVOLO, L., Historia de la arquitectura moderna. Edit. Gustavo Gili. Barcelona, 1987.


Pág. 813-941. "La segunda posguerra en Europa"


5.- Reconstrucción y planificación en Holanda


La experiencia holandesa es, una vez más, la excepción dentro del marco europeo. En la base de esta experiencia existe, como en Escandinavia, un equilibrio entre arquitectura y urbanística, alcanzado ya con anterioridad a la guerra; pero las destrucciones belicas y, en especial, las transformaciones económicas y sociales inmediatas a la guerra, presentan a los técnicos holandeses problemas mucho más complejos y apremiantes que se afrontan y resuelven sin interrumpir la continuidad de la tradición.


Las realizaciones holandesas, por tanto, pueden considerarse ejemplares con mayor razón que las escandinavas, porque no están condicionadas por un equilibrio demográfico y social, imposible de encontrar en otro lugar, sino que, por el contrario, se consiguen en un país donde el crecimiento de la población tiene la tasa más elevada de Europa, donde se ha formado una de las más intensas concentraciones industriales y donde se está modificando la misma configuración geográfica del territorio. 


Holanda es el país en donde la absorción de las directrices modernas en la práctica por parte de los entes públicos ha empezado más oportunamente basta recordar los casos de Berlage, Oud, Dudok y Van Eesteren - y en donde estas directrices se han desarrollado con mayor continuidad, apurando todas las consecuencias técnicas


El Plano Regulador de Amsterdam, empezado en 1928 por el grupo de Van Eesteren, se ha desarrollado coherentemente hasta el presente; los nuevos barrios de ensanche en la zona occidental, proyectados en el estudio de 1935, hoy son una espléndida realidad y constituyen en todos sus aspectos una persuasiva demostración de las ventajas que se obtienen con un planteamiento moderno del desarrollo urbano, y pese a todas las limitaciones inherentes al nivel de la investigación cuarenta años atrás. Ningún barrio se ha proyectado aisladamente en forma excepcional, sino que el nivel general de los edificios es el mejor que hoy pueda encontrarse en Europa, y algunos espacios libres - el lago Sloterplas, con su corona de instalaciones recreativas, y el bosque de casi 1.000 hectáreas, creado de la nada en los últimos veinte años- son los ejemplos más sugestivos del nuevo paisaje que puede crearse mediante una organización científica de la intervención pública, y con la colaboración de muchas disciplinas especializadas, desde la ingeniería a la botánica y la pedagogía.


 


---


L.S.P. Scheffer, Theo van Lohuizen, Cornelis van Eesteren y Jakoba Mulder fueron los fundadores más importantes de esta joya del urbanismo moderno, con bellos hallazgos de diseño como los de Sloterplas, Tuindorp Frankendaal y los parques que rodean el Nieuwe Meer y el Amstel. El plan fue muy elogiado, incluso desde el extranjero, y sigue desempeñando un papel importante en la expansión y compactación de la ciudad en la actualidad.


El AUP fue aceptado por el Consejo Municipal en 1935 y aprobado por la Corona en 1939. Era un plan general de asignación de usos, que contenía las directrices para un área más extensa. Posteriormente, cuando ya hubieran comenzado su realización, sería posible elaborar planes detallados para áreas limitadas partiendo de este plan maestro.


Las zonas en las que se proyectaron las expansiones eran las zonas al oeste y sur de la ciudad rodeadas por el ferrocarril de circunvalación (Bos en Lommer, Westlandgracht y Overtoomse Veld), un área hacia el sur (Buitenveldert) y las “westelijke tuinsteden” (o ciudades jardín occidentales: Slotermeer, Geuzenveld, Slotervaart y Osdorp) al oeste del ferrocarril.


Las instalaciones del puerto se extenderían hacia el oeste, donde se planearon la mayor parte de las viviendas populares proyectadas. Estas y los terrenos edificables del oeste de la ciudad se separarían por un ancho cinturón verde. El pólder de Slootermeer fue convertido en un lago, el Sloterplas.


Los barrios residenciales estaban separados por cinturones verdes. La Nieuwe Meer y el Bosque de Amsterdam se diseñaron como áreas de recreo. El ferrocarril de circunvalación se proyectó dentro de un amplio cinturón verde. Osdorp en el sudoeste, sería el límite visual entre la ciudad y el campo.


Se proyectaron solamente las arterias de tráfico importantes, las vías que unían el centro y los nuevos suburbios, las conexiones entre las áreas de vivienda y trabajo y las que comunicaban con las regiones próximas.


El plano permite ver que se tuvieron en cuenta tanto las ideas de los planes anteriores como las críticas que suscitaron, tales como la concentración de las ampliaciones hacia el oeste, el mantenimiento de una disposición urbana más o menos centrada, la provisión de espacios verdes, la diferenciación entre las áreas de trabajo, vivienda y recreo, así como la conversión del pólder en un lago.


Ibane ZABALA


---


 


 

Subir