Pág. 813-941. "La segunda posguerra en Europa"
5.- Reconstrucción y planificación en Holanda
La experiencia holandesa es, una vez más, la excepción dentro del marco europeo. En la base de esta experiencia existe, como en Escandinavia, un equilibrio entre arquitectura y urbanística, alcanzado ya con anterioridad a la guerra; pero las destrucciones belicas y, en especial, las transformaciones económicas y sociales inmediatas a la guerra, presentan a los técnicos holandeses problemas mucho más complejos y apremiantes que se afrontan y resuelven sin interrumpir la continuidad de la tradición.
Las realizaciones holandesas, por tanto, pueden considerarse ejemplares con mayor razón que las escandinavas, porque no están condicionadas por un equilibrio demográfico y social, imposible de encontrar en otro lugar, sino que, por el contrario, se consiguen en un país donde el crecimiento de la población tiene la tasa más elevada de Europa, donde se ha formado una de las más intensas concentraciones industriales y donde se está modificando la misma configuración geográfica del territorio.
Holanda es el país en donde la absorción de las directrices modernas en la práctica por parte de los entes públicos ha empezado más oportunamente basta recordar los casos de Berlage, Oud, Dudok y Van Eesteren - y en donde estas directrices se han desarrollado con mayor continuidad, apurando todas las consecuencias técnicas...
... Entre las ciudades más dañadas por la guerra, el caso de Rotterdam es ejemplar. Esta ciudad tuvo que enfrentarse primero con destrucciones gravísimas y, luego, solucionar las consecuencias de un desarrollo muy rápido, que ha hecho de ella el puerto más importante del continente europeo. El centro de Rotterdam quedó destruido en un solo día, el 14 de junio de 1940, por un bombardeo aéreo alemán, seguido de un incendio. Doscientas sesenta hectáreas quedaron arrasadas, con 25.000 viviendas, 2.400 tiendas, 70 escuelas, 2.000 oficinas y almacenes, mientras 78.000 personas quedaron sin techo. Durante más de diez años, la ciudad se presentaba a los visitantes con un gran vacío en el lugar del centro antiguo; así la ha visto el escultor Zadkine y la imagen de la ciudad mutilada le ha inspirado la célebre escultura del hombre con el corazón extirpado, colocada ahora cerca de la Leuvenhaven, a no mucha distancia de la estatua superviviente de Erasmo.
En el mismo día del bombardeo, el comandante en jefe del ejército se rendía a los alemanes, después de cinco días de guerra relámpago. Pero la Administración municipal piensa ya en la futura reconstrucción; el 17 empieza a desescombrar las ruinas, el 18 encarga al ingeniero jefe W. G. Witteveen el estudio de un nuevo plan, y, durante el mismo mes - mientras Bélgica capitula y el cuerpo expedicionario inglés se apelotona en las dunas de Dunkerque - obtiene, del comandante del ejército, que tiene la delegación de los poderes del gobierno en el exilio, la expropiación de toda la zona central de la ciudad, es decir, de los terrenos y de los edificios destruidos.
Las indemnizaciones acordadas para los propietarios no se pagan inmediatamente, pero se inscriben las cantidades en el llamado Gran Libro de la Reconstrucción, siendo retenidas con un interés del 4 %: cada propietario recibirá, a cambio del viejo terreno, uno nuevo de valor equivalente, pero no necesariamente en el mismo lugar y sólo en el momento en que sea posible construir; además, deberá proceder a la reconstrucción del nuevo edificio dentro de un plazo determinado y sólo cobrará la indemnización por el edificio destruido después de haber gastado igual suma en el nuevo.
El primer esquema del nuevo plan se presenta el 8 de junio - mientras se combate en Francia - y sirve para efectuar las obras más urgentes: la evacuación de cinco millones de -Reconstrucción y desarrollo en la posguerra (1945-1970)- metros cúbicos de ruinas, las viviendas provisionales para los damnificados, la terminación de algunas obras en curso como el túnel bajo el Mosa.
En un principio, se establece que las viviendas destruidas en el centro deberán reconstruirse en el mismo centro, pero luego se decide que parte de la población deber trasladarse a la periferia para dejar sitio a desarrollo de las oficinas y de las instalaciones públicas; para ello se expropian otras 640 hectáreas en la periferia y, en 1941, cierto número de pequeños municipios de los alrededores son anexionados por la ciudad, con el fin de poder estudiar un plan regulador de más vasto alcance. En junio de 1942 todas las obras en curso se suspenden:
A partir de aquel momento - dice una publicación municipal - reinó una tranquilidad casi irreal en las áreas edificables, pero en las oficinas se trabaja duro, con discusiones secretas, para la reconstrucción de la ciudad. Poco a poco nos librábamos de la imagen desoladora de la ciudad como era y se abría camino la idea de que la nueva ciudad debería organizarse de manera distinta.
El plan definitivo, dirigido por C. Van Traa, se aprueba en 1946. La red viaria del centro es independiente de la antigua y está trazada de forma expresamente elemental, para regularizar lo más posible las parcelas edificables en el ingrato perímetro triangular y permitir un mayor aprovechamiento del precioso terreno. Es probable que esta preocupación haya pesado más de lo necesario y no haya permitido a los proyectistas del plan aprovechar totalmente las oportunidades ofrecidas por la falta de vinculaciones territoriales; pero el plan ha podido realizarse sin compromisos, e incluso ha ganado en coherencia y en variedad a través de las precisiones arquitectónicas, cuando, normalmente, sucede lo contrario.
La obra más significativa realizada hasta ahora en el centro de Rotterdam es el conjunto de tiendas y viviendas Lijnbaan, de Johannes Hendrik Van den Broek (1898-1978) y Jacob Berend Bakema (1914-1981). El plan preveía en este punto dos calles paralelas al Coolsingel, con tiendas en la planta baja y viviendas en los dos pisos superiores, pero los propietarios y los arquitectos eligieron conjuntamente una nueva solución: las tiendas han sido concentradas alrededor de una ancha calle peatonal, formando así un verdadero centro comercial que completan dos grandes almacenes en la embocadura hacia la Binnenweg; una decoración estudiada con mucho cuidado (cobertizos, quioscos, bancos y lugares de descanso, esculturas, árboles, rótulos, aparatos de iluminación) le confiere un aspecto más atractivo; las viviendas, en cambio, han sido reunidas en siete grandes bloques de diez plantas, dispuestas en los terrenos cercanos, entre amplias zonas verdes. La solución económicamente más rentable se ha demostrado, también artísticamente, la más feliz, y la arquitectura posee una seguridad y una soltura que recuerdan las mejores obras de la escuela de Rotterdam entre las dos guerras.
La expansión meridional de Rotterdam al otro lado del Mosa, cuenta con 200.000 habitantes y a su alrededor gravitarán muchos de los nuevos barrios: por lo tanto, el plan, mientras decide que todas las funciones directivas sigan en la zona septentrional, prevé aquí un centro secundario, cultural y recreativo, apoyado en un edificio alto construido por Van Tijen y Maaskant (los autores del Bergpolder y del Plaslaan). En el reciente desarrollo de la ciudad, el ensanchamiento del puerto hacia el estuario del Nieuwe Maas ha transformado la estructura urbana pasando de centralizada a lineal. La nueva forma urbana no está determinada por la acumulación de barrios de viviendas y por las llamadas zonas direccionales, sino por un equipamiento productivo, como los canales y las esclusas que definían la ordenación de las ciudades medievales flamencas. Con respecto al tamaño de las estructuras del puerto, las instalaciones residenciales y los servicios permanecen justamente en posición subordinada, pero es importante recuperar, en su interior, la dimensión reducida, propia de la vida familiar y de las relaciones de corta distancia, que unen las residencias con los servicios primarios.
Entre los más recientes barrios de Rotterdam, hay que destacar los realizados alrededor de la pequeña ciudad de Vlaardingen - Ambacht, Westwijk, Vlaardingen Noord - en los que han trabajado Van Tijen, Bakema y Van den Brock. Rotterdam es la ciudad holandesa que más ha cambiado después de la última guerra, tanto por la gravedad de las destrucciones como por la rapidez de su desarrollo económico (Rotterdam es actualmente el mayor puerto de Europa y uno de los mayores del mundo).
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