A principios del siglo XX Alemania se convirtió en el centro de la cultura arquitectónica en Europa. Su falta de antecedentes y las nuevas circunstancias basadas en un potente entramado industrial, hizo que surgieran instituciones como la Deutscher Werkbund en 1907 o la Bauhaus años más tarde.
Una nueva generación de arquitectos encabezados inicialmente por Peter Behrens y seguido por Gropius, Mies van der Rohe y Bruno Taut entre 1907 y 1914, se basan en una nueva arquitectura de corte moderno en la que se establece la polémica entre la estandarización y la libertad artística, buscando una nueva razón de ser, que derivó al campo de las artes plásticas. Pintores vanguardista como los cubistas, además del nacimiento de grupos artísticos como Die Brücke, Der Blaue Reiter, Les Fauves… Neoplasticismo, Dadaismo, Elementarismo… participan de estas corrientes de vanguardia.
El desarrollo y finalización de la I Guerra Mundial, profundiza más si cabe en la madurez de este debate artístico, acelerando el proceso técnico que dio entrada a la nueva cultura. Finalmente la Bauhaus dio coherencia a los resultados vanguardistas propuestos, contando entre sus profesores docentes con una amplia nómina de artistas y arquitectos de vanguardia.