p.23-27. " Entre 1921-1924, Mies van der Rohe, dibujó, los hoy endía, famisos "cinco proyectos" expresión con la que los agrupan los críticos e historiadores. Lo cierto es que esta agrupación supone una creación del saber moderno. En dos dibujos para rascacielos, dos para chalets y una para un edificio de oficinas, Mies se centró en los problemas apremiantes de la arquitectura y logró, con ello, soluciones arquitectónicas de las que años más tarde seguiría beneficiándose.
El dibujo para el “Rascacielos de la Friedichstrabe” 1921, que Mies entregó bajo el título “Panal”, en alusión a la construcción en forma de celdillas, era una propuesta para el primer concurso de importancia, abierto en Berlín, para edificar rascacielos, que se puede entender como una ola de americanismo. El proyecto había sido pensado para un solar triangular que se extendía entre el Spree, la Friedrichstrabe y la estación que llevaba el mismo nombre. Mies concibió una construcción de entramado metálico con paneles de formado en voladizo. Esta estructura la revistió con una pared de vidrio, renunciando por tanto a la mampostería en los cantos de forjado, como era costumbre en los rascacielos americanos. Lo que a Mies le interesaba era poner de manifiesto el principio constructivo mediante la radical liberación de los niveles de los pisos. La angulosidad de la planta del edificio era, por lo menos en parte, resultado de la forma original del solar; aunque también podría derivar de las investigaciones realizadas por Mies sobre las propiedades reflectoras del vidrio plano, reconocidas abiertamente por el arquitecto un año más tarde en su consiguiente proyecto para un rascacielos. Al contemplar el edificio, este daría la impresión de estar dividido en franjas debido al juego de reflejos luminosos en sus numerosas superficies verticales. Si utilizamos el lenguaje dialéctico de las formas, se podría decir que esta opacidad otorgaba a su transparencia el equilibrio deseado. Sin duda, el ingreso del expresionismo en la forma cristalina había influido también en Mies, quien, al fín y al cabo, se había entregado a la búsqueda del proyecto de un edificio orgánico. En la fotografía del alzado, antes de darle la forma conveniente se puede apreciar un detalle importante con relación a la forma del edificio; en el borde inferior del dibujo original, hoy día perdido, se aprecian pequeños croquis de flores. Aparentemente, Mies tenía pensado sustentar los forjados de los respectivos pisos sobre un núcleo central de hormigón y proyectarlos alrededor de éste en voladizo."
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Págs. 163-169. "Mies van der Rohe y la importancia del hecho, 1921-1933"
"El mismo tema de un rascacielos de vidrio facetado apareció en la propuesta presentada al concurso de la Friedrichstrasse en 1921, y la publicación de estos dos proyectos en el último número de la revista de Taut, Frühlicht, confirmó sus inclinaciones expresionistas de posguerra. La intención de Mies consistía en ese momento en presentar el vidrio como una compleja superficie reflectante que estaría sometida a una transformación constante bajo el impacto de la luz. Todo ello queda claro en la descripción que acompañaba a la primera publicación de su propuesta para Friedrichstrasse:
"En mi proyecto para el rascacielos situado en una parcela triangular, junto a la estación de Friedrichstrasse en Berlín, creí que la solución correcta consistía en una forma prismática adaptada al triángulo y, para eliminar el peligro de la monotonía -que tan a menudo se produce al acristalar grandes superficies-, angulé levemente entre sí cada uno de los planos de fachada. Mis ensayos en una maqueta realizada con vidrio me indicaron el camino a seguir y pronto supe darme cuenta de que, al emplear vidrio, lo importante no es el efecto producido por la luz y las sombras, sino el rico juego de reflejos lumínicos. Esta ha sido también mi aspiración del otro proyecto que aquí se publica. Observado superficialmente, el perímetro de la planta puede parecer arbitrario y, sin embargo, es el resultado alcanzado tras realizar numerosos ensayos con la maqueta de vidrio. Para determinar las curvas me basé en la iluminación del interior del edificio, en el efecto que produce el volumen construido sobre la imagen de la calle y por último, en el juego de reflejos lumínicos al que aspiraba. Al comprobar en la maqueta de vidrio las líneas del perímetro dibujado según los cálculos de las luces y las sombras, resultó que no eran las adecuadas."
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La cantidad de trabajo que salió de la Escuela de Chicago en el curso de su evolución fue muy considerable. Escogeremos tres edificios, cada uno de un arquitecto distinto, pero todos con signos claros de ese impulso inherente a la Escuela de Chicago de buscar la pureza de la forma...
... Pág.387. El edificio Reliance, 1894
La experiencia de la Escuela de Chicago, sintetizada en esta torre de vidrio. John Root murió en 1891; Daniel Burnham, su socio, se pasó a la escuela clásica y siguió el ejemplo de Nueva York. Pero en 1894, del estudio de Burnham salió otro edificio que seguía el espíritu de su difunto socio: el edificio Reliance, en State Street, el 'canto del cisne' de la Escuela de Chicago. Hablando en un sentido más amplio, tal vez podría decirse que este edificio había brotado del propio suelo de Chicago, que era un reflejo del alto nivel arquitectónico que se había alcanzado en esa ciudad.
El edificio Reliance es una torre de vidrio de quince pisos de altura. La base está compuesta de una piedra oscura y discreta, en marcado contraste con la torre de vidrio y cerámica vidriada blanca que surge de ella. Los aleros de la cubierta plana son tan sólo losas delgadas, enfatizadas lo justo para servir de protección. No hay ninguna cornisa de piedra dominante.
Diez años de experiencia respaldan la aplicación de esa 'ventana de Chicago' de proporciones horizontales. En los anteriores edificios de oficinas de la Escuela de Chicago (el Tacoma de Holabird y Roche, ya demolido, por ejemplo) los miradores muestran cierta tendencia a ser partes independientes y aisladas del diseño; en el edificio Reliance, en cambio, sobresalen lo justo para captar la luz; están completamente incorporados al cuerpo de vidrio del edificio.
Esta torre de vidrio aún está en pie y, aunque los azulejos blancos están recubiertos de suciedad, su ligereza y la pureza de sus proporciones hacen de él un símbolo del espíritu de la Escuela de Chicago. Es curioso que también este edificio haya pasado desapercibido en la historia de la arquitectura, cuando tiene un sitio en ella como testigo de lo mejor del espíritu del siglo XIX.
Mies Van der Rohe,1921- El proyecto de Ludwig Mies van der Rohe para un rascacielos de hierro y vidrio es el sueño de un arquitecto europeo en el año 1921. Los puntos de partida para los sueños de esta clase tal vez deberían buscarse en obras como el edificio Reliance, de unas tres décadas antes. Pero puede que este edificio de Chicago sea algo más que un incentivo para la fantasía: una anticipación arquitectónica del futuro.