págs.242-274."La Escuela de Chicago y la vanguardia americana".
p. 250. El Reliance Building puede considerarse como el rascacielos más bello de Chicago, y su historia es sumamente instructiva. Lo construyen Burnham y Root en 1890, con una altura de cinco pisos; en 1895, tras la muerte de Root, Burnham y el ingeniero E.C. Shankland le añaden otros diez pisos, repitiendo sin ninguna variación el mismo motivo arquitectónico. Es probable que el agradable efecto que produce esta gracil tore de vidrio y cerámica blanca en el espectador moderno, se deba precisamente a este incidente de construcción, es decir, al hecho de que el conjunto no fue proyectado unitariamente, sino que es el resultado de una operación de "multiplicación", como dice Cercchi; así, el simple motivo de vantanas corridas y de las bandas decoradas se repite sin alteraciones trece veces, sobre el zócalo de los dos primeros pisos, y no hay ningún intento de establecer una gradación de perspectiva en el sentido de la altura. Los críticos que hacen las más grandes alabanzas del Reliance, a partir de Giedion, no mencionan esta circunstancia. Y, sin embargo, ¿que mejor prueba del contraste cultural que bate bajo las experiencias de la Escuela de Chicago?
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Págs. 35-55. “Organicismo frente a clasicismo: Chicago, 1890-1910”
pág. 37 "Ya desde mediados del siglo XVIII, los racionalistas franceses como el abate Marc-Antoine Laugier, monje jesuita y teórico de la arquitectura, habían argumentado en favor de la reducción de la masa en los edificios y de la expresión de una estructura de esqueleto. Provistos de esta teoría que habían asimilado a partir de los escritos de Viollet-le-Duc. Los arquitectos de Chicago partían del supuesto de que los huecos de las ventanas debían ampliarse de modo que se extendiesen de un soporte a otro y proporcionasen el máximo de luz natural. Pero todavía sentían la necesidad de conservar esas jerarquías de la fachada clásica que eran características de los palacios del quattrocento italiano. El resultado de todo ello fue un compromiso en el que el revestimiento de fábrica adoptaba dos formas: pilastras clásicas que sostenían arquitrabes lisos; y pilares con arcos de medio punto, es decir, el denominado Rundbogenstil (estilo arco de medio punto) que había tenido su origen en Alemania en el segundo cuarto del siglo xix y que habían llevado a Norteamérica algunos arquitectos inmigrantes alemanes. En las soluciones iniciales, grupos de tres pisos se superponían unos sobre otros, como puede verse en el edificio Rookery (1885-1886), de Daniel H. Burnham (1845-1912) y John Wellborn Root (1850-1891), y en los almacenes Fair (1890) de William Le Baron Jenney. En los almacenes mayoristas Marshall Field, con sus muros exteriores de cantería maciza, Henry Hobson Richardson (1838–1886) supero el efecto de apilamiento de esas soluciones reduciendo la anchura de los huecos en las distintas bandas superpuestas; y Dankmar Adler (1844-1900) y Louis H. Sullivan (1856-1924) adaptaron esta idea a una construcción de estructura metálica en su edificio Auditorium (1886-1889)"-
Mientras tenían lugar estos experimentos y adopciones, también se estaba estudiando un planteamiento alternativo y más pragmático. En el edificio Tacoma (1887-1889), obra de William Holabird (1854-1923) y Martin Roche (1853-1927); en el edificio Monadnock (1884-1891, una severa construcción de fábrica, totalmente carente de ornamentación), de Burnham y Root; y en el edificio Reliance (1891-1894), de Burnham & Co., los distintos pisos no estaban agrupados jerárquicamente, sino que se expresaban como una serie uniforme en la que la perdida de impulso vertical se compensaba con bandas verticales de miradores salientes. En el edificio Reliance, el revestimiento era de terracota en lugar de piedra, y conseguía crear un efecto de extraordinaria ligereza.
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La cantidad de trabajo que salió de la Escuela de Chicago en el curso de su evolución fue muy considerable. Escogeremos tres edificios, cada uno de un arquitecto distinto, pero todos con signos claros de ese impulso inherente a la Escuela de Chicago de buscar la pureza de la forma...
... Pág.387. El edificio Reliance, 1894
La experiencia de la Escuela de Chicago, sintetizada en esta torre de vidrio. John Root murió en 1891; Daniel Burnham, su socio, se pasó a la escuela clásica y siguió el ejemplo de Nueva York. Pero en 1894, del estudio de Burnham salió otro edificio que seguía el espíritu de su difunto socio: el edificio Reliance, en State Street, el 'canto del cisne' de la Escuela de Chicago. Hablando en un sentido más amplio, tal vez podría decirse que este edificio había brotado del propio suelo de Chicago, que era un reflejo del alto nivel arquitectónico que se había alcanzado en esa ciudad.
El edificio Reliance es una torre de vidrio de quince pisos de altura. La base está compuesta de una piedra oscura y discreta, en marcado contraste con la torre de vidrio y cerámica vidriada blanca que surge de ella. Los aleros de la cubierta plana son tan sólo losas delgadas, enfatizadas lo justo para servir de protección. No hay ninguna cornisa de piedra dominante.
Diez años de experiencia respaldan la aplicación de esa 'ventana de Chicago' de proporciones horizontales. En los anteriores edificios de oficinas de la Escuela de Chicago (el Tacoma de Holabird y Roche, ya demolido, por ejemplo) los miradores muestran cierta tendencia a ser partes independientes y aisladas del diseño; en el edificio Reliance, en cambio, sobresalen lo justo para captar la luz; están completamente incorporados al cuerpo de vidrio del edificio.
Esta torre de vidrio aún está en pie y, aunque los azulejos blancos están recubiertos de suciedad, su ligereza y la pureza de sus proporciones hacen de él un símbolo del espíritu de la Escuela de Chicago. Es curioso que también este edificio haya pasado desapercibido en la historia de la arquitectura, cuando tiene un sitio en ella como testigo de lo mejor del espíritu del siglo XIX.
Mies Van der Rohe,1921- El proyecto de Ludwig Mies van der Rohe para un rascacielos de hierro y vidrio es el sueño de un arquitecto europeo en el año 1921. Los puntos de partida para los sueños de esta clase tal vez deberían buscarse en obras como el edificio Reliance, de unas tres décadas antes. Pero puede que este edificio de Chicago sea algo más que un incentivo para la fantasía: una anticipación arquitectónica del futuro.