Amsterdam y el renacimiento del urbanismo
Hemos escogido Londres para hacernos una idea del urbanismo realizado entre 1800 y 1850. Nuestro ejemplo para los años transcurridos entre 1850 y 1870 ha sido París. Y para el periodo comprendido entre 1900 y la década de 1930, el modelo es Ámsterdam. Hay otras ciudades donde, en un breve intervalo, se produjo un avance más rápido: por ejemplo, Frankfurt del Meno a finales de los años 1920. Y en algunos aspectos, la actividad edificatoria fue mayor en Rotterdam, aunque a veces se llevó a cabo sin coordinación. Fue en Rotterdam, (a partir de 1919) donde Jacobus J.P. Oud construyó sus viviendas, cuidadosamente proyectadas, para colectivos de rentas bajas, y donde Willem van Tijen experimentó (a partir de 1930) con bloques altos de viviendas para aproximarse a las especiales exigencias de una ciudad europea moderna.
Una tradición continua en Amsterdam
Pero Amsterdam es una de las pocas ciudades de nuestros tiempos que muestra una tradición continua en el urbanismo, ininterrumpida desde 1900. Esta incesante actividad edificatoria es particularmente importante para nuestros propósitos, puesto que nos ofrece la visión de un prolongado periodo de desarrollo y elimina la necesidad de recopilar distintos ejemplos procedentes de todos los rincones del mundo. Así pues, Amsterdam es la ciudad más adecuada para hacer un estudio de las principales corrientesactivas durante ese periodo.
En Ámsterdam, el urbanismo actuaba en la esfera de lo que era realmente posible. No había avances erráticos ni empresas utópicas, sino un progreso constante. El método en que se basaba este trabajo podría calificarse de ‘analítico’ y se adecuaba admirablemente al temperamento de los holandeses, a los que desagradaban las especulaciones temerarias, como las aparecidas en Inglaterra en torno a 1820. En Ámsterdam, tanto los avances como los errores se producían mediante pasos lentos.
Durante mucho tiempo, la población de Amsterdam se había mantenido estable, pero en 1875 empezó a aumentar considerablemente. Este aumento se produjo trasla apertura de un canal que ofrecía a Ámsterdam una vía de salida al mar del Norte. Entre 1875 y 1900, la población se duplicó, y en el intervalo entre 1900 y 1920 hubo otro aumento de casi el cincuenta por ciento. Fue en este segundo período (exceptuando los años de guerra) cuando tuvo lugar esa formidable actividad edificatoria.
¿Para qué clases sociales se levantaban esos edificios? Las squares y los crescents iniciales de Londres eran para la pequeña nobleza y los miembros más ricos dela clase media. Las clases medias eran el principal objetivo de la construcción de boulevares en el París de Haussmann, con los pobres a menudo hacinados en viviendas como tugurios situadas en los pisos altos de los edificios. En Amsterdam, la actividadedificatoria se orientaba al servicio de la clase media baja y los obreros.
Viajando por Holanda durante la década de 1920 se podían encontrar conjuntos de viviendas completamente nuevos en cualquier parte del país: de calidad variable, pero todos caracterizados por limpias superficies de ladrillo, grandes ventanas y una apreciable intención de conferir al escenario holandés la impronta de la mejor arquitectura contemporánea. En ningún otro sitio se concedió a la arquitectura moderna tal oportunidad de cambiar la fisonomía completa de un país.
El estímulo de la Ley de la Vivienda de 1901
El estímulo para todo este desarrollo vino de la Ley holandesa de la Vivienda de 1901. “Esta ley” - por citar los estudios urbanísticos realizados en Harvard- “es tal vez la disposición legislativa más exhaustiva que se ha adoptado nunca en este campo. Sus once capítulos ofrecen los principios esenciales para afrontar íntegramente los problemas nacionales de la vivienda. Desde su aprobación se han hecho algunas correcciones, pero la estructura básica de la ley se mantiene y es la referencia para la mayor parte de las intervenciones gubernamentales en el campo de la vivienda en los Países Bajos”. La Ley exigía a todas las ciudades de 10.000 habitantes o más redactar un plan que controlase suexpansión futura. Se exigían planes generales y de detalle, y el plan general debía revisarsecada diez años. El proceso de expropiación también estaba regulado por la ley, y se facilitó su aplicación por parte de los ayuntamientos.
La ciudad se convierte en terrateniente
Esta ley llegó justo cuando los países del norte de Europa estaban entrando en una nueva etapa con respecto al tratamiento del problema del alojamiento. Hasta entonces, las viviendas ideales para las familias de las clases inferiores con frecuencia se habíanpresentado en las grandes exposiciones, pero nunca habían formado una parteapreciable de la actividad edificatoria. La Ley holandesa de la Vivienda de 1901 se redactó hábilmente para fomentar las construcciones para uso de personas con pocosmedios.
Las sociedades de construcción, organizadas como cooperativas, recibían del estado créditos en muy buenas condiciones garantizados por la comunidad. Por eso la tendencia global de la ley fue hacer que los ayuntamientos tuviesen una influencia decisiva en toda la actividad edificatoria. Al mismo tiempo el Ayuntamiento de Amsterdam hizo importantes esfuerzos – aunque no siempre con éxito – para convertirse en un gran propietario de terrenos, adquiriendo para ello suelo destinado a sus conjuntos residenciales antes de que la especulación hiciese subir los precios. Y al igual que esos nobles que eran terratenientes en Londres, el ayuntamiento de Amsterdam arrendaba los terrenos en lugar de venderlos.
Muchas ciudades han intentado aplicar una política de suelo similar. Sin embargo Amsterdam, consiguió realmente construir barrios enteros que eran homogéneos y satisfacían las demandas de la comunidad. Los contratistas estaban obligados a someterse a los criterios de lo que se llamaba una “comisión de la belleza”, que velaba para que se levantasen fachadas uniformes. Esta comisión constituyó la base para la actividad edificatoria de Michel de Klerk y otros arquitectos de la Escuela de Amsterdam en la década de 1920.
La titularidad del suelo y el carácter de la fachada estaban totalmente controlados por la comunidad; las ordenanzas para regular la disposición de las plantas no se establecieron hasta algo más tarde.
Los planes de Berlage para Amsterdam Sur
El primer plan, 1902
Además de las ordenanzas de 1901, en Amsterdam había personalidades creativasindividuales que estaban trabajando para hacer realidad un tipo de urbanismo que seapartaba de la rutina. Esas energías no se limitaban a esta ciudad, sino que también podíanencontrarse en otros sitios. Tenemos, por ejemplo, a Otto Wagner en Viena, que estabalibrando una batalla prolongada amarga y finalmente infructuosa con la corporaciónmunicipal
Por el contrario, Ámsterdam concedió una notable libertad a un arquitecto independiente y de auténtico genio al encomendar la urbanización del distrito deÁmsterdam Sur a Hendrik Petrus Berlage. Berlage trazó sus primeros planes para esta urbanización en 1902. El edificio de la Bolsa - que iba a hacer de su nombre el centro del debate en toda Europa- estaba por entonces a punto de acabarse.
Berlage asumió la responsabilidad de trazar todo un distrito residencial (Ámsterdam Sur) con total independencia de los funcionarios municipales y del Departamento de Obras Públicas. Los resultados constituyen un excelente ejemplo para nuestros propósitos: conningún otro caso podríamos hacernos una idea mejor del nivel alcanzado por el urbanismoen ese período y de los límites reales de lo que podía lograrse. Las conclusiones extraídasde este plan de Berlage también son perfectamente aplicables a la arquitectura.
Los proyectos de Berlage reflejan la dificultad fundamental en esos momentos: la incapacidad de alcanzar nuevos medios de expresión en las soluciones propuestas para los problemas específicos de la época. Particularmente en el plan de 1902 (y en cierta medida incluso en la versión posterior de 1915) se aprecia la lucha implícita en el intento por parte de Berlage de romper con las fórmulas de las décadas anteriores, susespasmódicos esfuerzos por alcanzar modos de expresión adecuados a su propósito: lahumanización del distrito residencial.
Cuando se reconoce que un arquitecto tan eminente como Berlage no podía liberarse del poder absoluto de las ideas preconcebidas y estereotipadas, se puede entender la situación del rutinario urbanismo oficial en torno a 1900. Ésta es la razón de que vayamos a analizar con cierto detalle los planes de Berlage para Ámsterdam Sur.
El carácter romántico del plan
A primera vista, los dibujos de Berlage en 1902 sugieren un diagrama de las circunvoluciones del cerebro, más que el trazado de una ciudad. Los meandros ovales de las calles representan curvas que son familiares en los parques públicos de Haussman en la década de 1860. Estos contornos están en perfecta consonancia con el carácter generalmente romántico del primer plan de Berlage.
Otra influencia que conformó el trazado fue la aversión por el eje forzado y artificial, y por todo el sistema de calles en damero. Los sermones de Camillo Sitte habían hechoparecer que el remedio para esa apariencia tan triste era la vuelta a la ciudad medieval, consus patrones naturales de crecimiento.
El problema específico consistía en construir un barrio residencial para inquilinos de clase media y obrera; esencialmente era un problema de alojamiento. Pero ¿cómo podíanagruparse las viviendas sin convertirse en causa de molestias mutuas? La preocupación deBerlage por esa cuestión es evidente en cada línea de su obra; y con ello, el temor devolver a caer en las soluciones crueles y banales que dominaban la práctica habitual.
La incertidumbre que revela el plan
En realidad, una verdadera solución para esta dificultad era imposible en ese momento. Aunque la idea de la ciudad jardín se había anunciado unos cuantos años antes, tal vez Berlage no había tenido noticia de ella. En todo caso, era irrelevante para su tarea: él estaba proyectando un distrito que se suponía que iba a tener bastante densidad de población. En ese periodo de incertidumbre con respecto a la dirección que debería tomar el urbanismo, Berlage se replegó al sistema renacentista, en el que el eje de cada calleprincipal estaba dominado por algún edificio público destacado. Los edificios de viviendasque debían conferir carácter a cada sector quedaban reducidos, por tanto, a un mero telón
de fondo y los centros energéticos a los que enmarcaban (mercados, teatros, auditorios, etcétera) estaban colocados en un modo bastante arbitrario. Las viviendas formaban una espina dorsal artificial sobre la que se asentaba todo el proyecto, y el modo en que se establecen sus relaciones mutuas (mediante parches o eliminando edificios) sugería un rompecabezas. Por último, las propias residencias no estaban bien orientadas a lasnecesidades humanas; ni siquiera estaban bien relacionadas con el recorrido del sol. Este ejemplo puede servir para mostrar que en 1900 incluso las mentes más progresistas tendían a una monumentalidad artificial; o seudoartificial, pues se usaba paraocultar la incertidumbre y la perplejidad con que se abordaba la organización de una ciudad, incluso cuando se había dado carta blanca al urbanista.
El segundo plan, 1915
El segundo proyecto de Berlage para la región de Ámsterdam Sur, hecho en 1915, ofrecía únicamente un marco general para su urbanización. Esta vez el ayuntamiento pidió tan sólo un plan que abordase los aspectos generales de cualquier expansión posterior, sin especificar detalles de ejecución. Éstos debían completarse luego para satisfacer cualesquiera que fuesen las necesidades que pudiesen surgir. Berlage volvió a tener las manos libres en su trabajo, y el emplazamiento era una pradera despejada, cortada tan sólo por algunos pequeños canales de irrigación.
El plano original de Berlage para esta zona (un dibujo bellamente realizado) estaba colgado en las oficinas del Departamento de Obras Públicas de Ámsterdam. La primera impresión que produce es decisiva y deriva de la red de calles que aparecen en él. Esta red es tan predominante que tras su ojeada rápida podríamos suponer que el plan es para un centro comercial más que para un tranquilo barrio residencial que ocupa unos terrenos no urbanizados en las afueras de la ciudad. El rasgo más llamativo es laenorme Y formada por tres calles que vienen desde la orilla del río Amstel. La espina dorsal del trazado de 1915 es el bulevar de la Amstellaan, de una anchura inusitada para Holanda, que forma la base de la Y.
El distrito de Ámsterdam Sur, en especial alrededor de la Amstellaan, fue construido por la llamada Escuela de Amsterdam poco después de la I Guerra Mundial. Antes de su muerte prematura, el líder de este grupo, Michel de Klerk, tuvo un papel protagonista en la obra. Durante la década de 1920, este sector, con sus fachadas uniformes, fue el ejemplomás conocido de la posibilidad de crear una zona residencial que fuese atractiva y queestuviese bien adaptada a la vida humana.
La calle, humanizada
La Amstellaan no debe su inusitada anchura y los árboles y la vegetación plantados en el centro a ningún intento de control del tráfico; ni surgía - como el BoulevardRichard-Lenoir en París (1861 - 1863)- para cubrir un canal o cualquier otra fractura delterreno; su ajardinamiento era algo más que esa delicada pantalla para los pozos de luz ylos conductos de ventilación exigidos para mantener en funcionamiento el viejo canal quecorría bajo el Boulevard Richard-Lenoir. En este caso, la anchura y la vegetación estaban pensadas para crear un mejor espacio habitable, y proporcionar más aire y libertad a los residentes. Y las fachadas no se usan como las puertas de un armario, para ocultaruna maraña de casas embutidas en su interior. En la parte trasera de los edificios que dan ala Amstellaan hay unos patios espaciosos, plantados de césped y arbustos. Sin embargo,el plan de 1915 en su conjunto no estuvo precedido de una investigación suficiente sobrelos requisitos de la vivienda en la zona de Amsterdam Sur.
La oposición de Berlage a la ciudad jardín
Aunque hay dudas sobre si Berlage tenía noticias del movimiento de la ciudad jardín en 1902, lo cierto es que lo rechazó rotundamente en 1915. Entonces escribió que la manzana de viviendas era la única solución existente, mientras no se desarrollase un nuevo estilo arquitectónico que fuese capaz -como en épocas anteriores- de agrupar todas viviendas individuales. Las autoridades urbanísticas deberían regular las calles o partes de las calles en lugar de las viviendas singulares, de modo que la unidad de las calles incluyese las residencias que formaban parte de ellas. “La construcción de viviendas seestá convirtiendo en una labor de producción en serie. La construcción de manzanas debeusarse de nuevo, y con una extensión incluso mayor que antes, para ofrecer unasolución.”
La reacción de Berlage -no sólo en contra de los deprimentes frentes de la calles habituales en la época, sino también del ideal romántico de la ciudad jardín- resulta fácil de comprender. En sus planes para este distrito, Berlage proponía como remedios el empleo de una superficie unificada y una disposición serena y sin pretensiones. Éstas son precisamente las cualidades que encontramos en su edificios para la Bolsa. Pero al mismo tiempo, su posición histórica resulta del todo evidente. La exigencia de levantar callesenteras con frentes unificados suponía la reinstauración de la fachada neutra deHaussmann. En efecto, Berlage estaba tratando de recuperar un recurso histórico que yaestaba reconocido como bueno. Sin embargo, este intento dejó la atmósfera despejada para nuevos avances.
Las calles de todo el sector de Ámsterdam Sur son amplias y tienen generosas plantaciones de flores y árboles, tratadas con el gran esmero que los holandeses ponen en su jardinería. Este proyecto es mucho más humano y digno que el urbanismo espectral delas décadas anteriores. Pero este plan, al igual que la arquitectura de los años anteriores a 1900, aún no logró alcanzar una expresión genuinamente contemporánea basada en la nueva concepción de la vida; lo único que consiguió fue reformar las calles y reducir supredominio sobre el trazado global; siguen siendo calles flanqueadas por residencias, y esaclase de calle no es solución a los problemas de vivir en una gran ciudad. Esto no significa negar que el barrio posea una notable grandeza; nadie puede recorrer la región de Ámsterdam Sur sin apreciarlo. Y por esa época, en ningún otro lugar de Europa continental se combinaron con tanta elegancia la vegetación y las hileras uniformes de edificios.
Berlage mostró el coraje necesario para formular un sistema verdaderamente impresionante de calles y para concebir todo un distrito de la ciudad como una unidad. Las fachadas individualizadas desaparecieron y en su lugar lo ocuparon frentes de calle uniformes, tratados como superficies. Estos frentes, pese a su muy criticado tratamientomonumental en las esquinas de las calles nunca renuncian del todo a su efecto plano.
Cuando volvemos a observar la Amstellaan desde el punto de vista de los avances posteriores, sentimos que pertenece a la línea principal del urbanismo del siglo XIX: la calledomina el conjunto. Es más, la Amstellaan es representativa de todo el proyecto: hay reforma , pero no una nueva concepción.
El plan general de expansión de Ámsterdam, 1934
El plan general de expansión de Ámsterdam, de 1934, fue una obra colectiva llevada a cabo por el Departamento de Obras Públicas de la ciudad y supuso la estrecha colaboración de todo un equipo de especialistas. El trazado del proyecto en su conjunto muestra signos de un planteamiento similar al del arte contemporáneo en cuanto a su respuesta al mundo de su momento.
Nuestro principal interés es el modo en que nuestra época está tomando conciencia de su propia naturaleza, y por tanto hemos evitado en gran medida los detalles técnicos. Pero resulta imposible entender las tendencias existentes en la estructura interna del plan de expansión de Ámsterdam a menos que conozcamos los problemas que habían de ser resueltos por este proyecto.
El plan general para el desarrollo futuro de la ciudad, preparado por el Departamento de Obras Públicas, se basaba en una cuidadosa correlación de todosaquellos factores que determinan la composición social de una comunidad. Todas las medidas propuestas tenían su fundamento en cifras que venían respaldadas por estadísticas de importancia vital: índices de natalidad y mortalidad, tasas deinmigración y emigración, etcétera. También aparecían en el proyecto otrasestadísticas más difíciles de obtener: cálculo del número de personas que podríanganarse la vida en el distrito, la tasa y la dirección de los cambios de población, y lasprevisiones del curso previsible del ciclo económico.
Estadísticas vitales y estadísticas para vivir
A partir de la consideración de todos estos factores, se llegó a la conclusión de que el crecimiento de la población en Ámsterdam finalmente se detendría, aunque continuaría creciendo durante todo el siglo hasta alcanzar la cifra de 900.000 ó 1.000.000 habitantes. Enconsecuencia, el plan para la expansión de Ámsterdam se basó en el supuesto de queentre 1934 y el final del siglo habrían de ser alojados 250.000 habitantes adicionales.
La extensión del plan
La expansión se dirigió hacia el oeste, hacia un campo abierto que exigía años de preparación para adecuarlo a los fines edificatorios. La zona clave era el borde oeste del puerto y las grandes instalaciones industriales que se hallaban más allá de los muelles. La parte sur del conjunto era una zona residencial para obreros que trabajaban en los alrededores de los astilleros y en las plantas industriales vecinas. Por entonces no había alojamiento suficiente para estas personas con una proximidad razonable a sus lugares de trabajo. Este barrio se extiende hasta los límites del distrito de Ámsterdam Sur trazado por Berlage de 1915.
La distribución de la vegetación
El plan general de expansión no destruyó el cinturón rural que rodeaba la ciudad. Los hortelanos de las afueras no fueron desposeídos de sus tierras y se conservó el aspecto natural de las orillas del Amstel en el límite meridional.
En el suroeste se construyeron grandes parques, planeados con sumo cuidado. (Uno, el magnífico Amsterdamse Bos, tiene una superficie de 865 hectáreas, más o menos como el Bois de Boulogne de Haussman.) Este sistema de parques ocupó los terrenos inadecuados para edificar y los convirtió en zonas arboladas.
Las necesidades recreativas de la población se estudiaron detenidamente. Se comprobó que la gente utilizaba poco los parques situados a más de 400 metros de sus hogares. Por tanto, la distancia máxima entre dos parques se limitó a 800 metros. Inconscientemente, este urbanismo estaba proporcionado a la escala humana, a laescala del promeneur, del paseante; iba en la dirección de esos ‘campos de juegos a lapuerta de casa’ que Le Corbusier proclamaba como uno de los requisitos fundamentalesdel urbanismo.
Desde el punto de vista estético, este urbanismo es importante por su nueva estructura de ciudad. La extensión de densas masas de edificios, hasta entonces ininterrumpidas, se quiebra ahora por todas partes mediante bandas de vegetación de diversas dimensiones.
La unidad principal, de 10000 viviendas
Se planeó dar alojamiento a los 250.000 habitantes adicionales construyendo sucesivas unidades que comprenderán 10.000 viviendas cada una. Cada vivienda albergaba, como media, a 3,5 habitantes.
Los métodos para prever las necesidades futuras y la composición de la población se desarrollaron muy pronto en Holanda. Ya en 1920, la ciudad de Rotterdam usaba unmétodo cuidadosamente diferenciado para determinar con precisión no sólo el número deviviendas necesarias, sino también el tipo de personas que las ocuparían y la clase deviviendas que requería cada cual.
La decisión de calcular 3,5 ocupantes por unidad de vivienda en las ampliaciones de Ámsterdam fue fruto de esta clase de investigaciones. Las autoridades urbanísticas conocían las diferentes categorías de inquilinos que habían de alojarse, así como sus diversas necesidades y la proporción de cada tipo en la población en su conjunto.
La composición de esa unidad principal de 10.000 viviendas reflejaba esas necesidades diversas. La mayoría (6.500) tenía dos habitaciones y una cocina; 1.500 tenían tres habitaciones; y 1.100, cuatro habitaciones; 450 se proyectaron para familias con seis hijos; y 260 estaban especialmente diseñadas para satisfacer las necesidades de los ancianos.
El control municipal sobre el solar, la planta y la fachada
La construcción real de estas unidades principales la llevaban a cabo tanto empresas privadas como sociedades cooperativas. Sin embargo, el ayuntamiento controlaba la planta y la fachada, y determinaba dónde debía colocarse cada tipo de casa: dos, tres o cuatro habitaciones, etcétera. Tanto los contratistas privados como lascooperativas tenían que construir en un solar aprobado por el ayuntamiento y mantener launidad orgánica de todo el conjunto de 10.000 viviendas.
La hilera de viviendas, elemento básico
El urbanismo debe estar controlado por las necesidades de las personas que, en función de las investigaciones preliminares, constituirán la población de un distrito. En el plan de expansión de Ámsterdam predominaban los edificios de cuatro plantas en hileras continuas. Estas hileras, compuestas por viviendas con un volumen de doscientos metros cúbicos, quedaban abiertas en los extremos, sin formar manzanas cerradas. Los edificios en altura, con ocho plantas de viviendas, eran poco comunes en esa época. Se proyectaron casas de una sola planta orientadas al sur y destinadas a personas mayores, siguiendo así una antigua tradición holandesa. Las diferencias de altura, de situación y de espacios entre tipos de vivienda establecían interrelaciones inesperadas en el trazado.
La ejecución del plan de expansión: Het Westen
Estudiar con cierto detenimiento algunas de sus piezas más pequeñas nos ayudará a hacernos una idea del carácter especial de este plan. ¿Cómo funciona ese trabajo de estudio teórico cuando se lleva a la práctica real?.
Tomaremos una pequeña parte de la región de Ámsterdam Oeste, con sus diversos conjuntos de edificios y la escuela situada en el límite meridional. En este barrio, el plan de expansión incluía manzanas residenciales de tres y cuatro alturas. Los arquitectos (diferentes responsables para cada una de las manzanas) propusieron un trazado abierto, en ángulo recto con la vía de circulación; orientaron los bloques de tal modo que quedabaespacio al sur, en los extremos abiertos, para las residencias más pequeñas de losancianos. Este esquema se adaptaba perfectamente al trazado general, cuyo efecto se intensifica gracias a la mejor orientación de los edificios. Una de las principales ventajas de un trazado general flexible es que puede armonizarse fácilmente cuando cambian las circunstancias.
Este proyecto -que incluía 700 viviendas para clases de rentas bajas- fue realizado por varias cooperativas. Una de ellas, la sociedad Het Westen, construyó un grupo de 208 viviendas, proyectado por los arquitectos Ben Merkelbach y Charles Karsten en 1937.
La vivienda como unidad
Los arquitectos deseaban ofrecer a los inquilinos la mayor cantidad posible de comodidades. La sala de estar está dotada de amplias ventanas francesas en la fachada, para que la casa pueda abrirse completamente en verano, y para facilitar las mudanzas. Las cooperativas mantienen los jardines y las zonas de juego. Todo el proyecto da la impresión de que las viviendas se proyectaron para satisfacer las demandas reales. Queesto se reconocía así queda claro en el hecho de que, cuando se inauguraron, se presentaron 1600 solicitudes para 208 viviendas.
Interrelaciones de la vivienda y las actividades de la vida privada
El alojamiento debe ofrecer algo más que privacidad; debe proporcionar acceso a parques, campos de juego, escuelas, centros recreativos, tiendas y lugares de negocios.Esas necesidades siempre se han reconocido, pero los problemas que plantean se hanresuelto habitualmente por separado, y no dentro de un sistema global. Hasta entonces, elurbanismo no había afrontado de un modo cuidadosamente planeado las interrelacionesentre la residencia y otras actividades. En el conjunto de Ámsterdam Oeste se descartaron los métodos caóticos de finales del siglo XIX y se estudiaron por anticipado tales actividades y sus complejas interrelaciones. Y las investigaciones y los cálculos preliminares dieron como resultado un plan flexible que podía cambiarse cuando surgiese la necesidad.
La tarea de los urbanistas consiste en evitar las interferencias mutuas entre las diversas funciones de un sector, uniéndolas o separándolas según lo requiera el caso. Así, separarán las arterias de tráfico de las calles residenciales, que pueden estar cerradas a la circulación de paso y dar servicio sólo a las viviendas; concentrarán las tiendas en una sola zona y evitarán una dispersión arbitraria de los lugares de trabajo. Escuelas, campos de juego y pistas de atletismo estarán relacionados con las hileras de edificios de modo que la vegetación penetre en el cuerpo de la ciudad en la mayor medida compatible con su vida económica.
Proyectar de este modo da como resultado una alteración de la estructura de la ciudad. La planta de la casa moderna se ha hecho flexible e informal: el trazado de la ciudad moderna va en la misma dirección.
Precaución al proyectar la expansión
En Holanda, todas las medidas que llevan a ese fin han de tomarse con mucha precaución. El suelo es muy caro y debe usarse con la economía más estricta: hay que cimentar con pilotes todos los edificios; hay que mantener un elaborado servicio de ingeniería; y la vegetación y los espacios abiertos requieren años de trabajos preparatorios. Todos estos factores contribuyen a elevar el precio del suelo.
Además, los alquileres se mantienen en niveles muy bajos. En esta situación, no tienen cabida los sueños arquitectónicos geniales; la evolución es posible tan sólo mediante un cuidadoso avance paso a paso.
La experiencia holandesa en estas operaciones se examina escrupulosamente y se compara con la de arquitectos coetáneos de otros países. Las autoridades urbanísticas centralizan esos datos, que se estudian cuidadosamente y que guían el trazado de la ciudad. La práctica ha seguido justificando las medidas que adoptaron esos expertos.
A veces se ha objetado que estos edificios de Ámsterdam están demasiado concentrados, que se necesita más espacio abierto y una mayor libertad individual. Sin embargo, el proyecto en su conjunto funciona en unas condiciones que hacen que un trazado más libre esté fuera del alcance de los urbanistas. Como observaba uno de los funcionarios de Ámsterdam, “no son realmente los arquitectos los que hacen estosplanes; es la sociedad”.
Los enfoques técnico y humano
La clase de personal técnico necesario para operaciones urbanas a gran escala la reunió por primera vez Haussmann en la década de 1850 para su transformación de París. Desde entonces, las tareas que deben afrontar esos equipos han cambiado. Lo que se necesita no son simplemente obras de ingeniería al servicio de la población en su conjunto (calles, arterias de circulación, parques, redes de alcantarillado, acueductos, etcétera), sinomodos de facilitar una vida integrada a cada ciudadano individual. El punto focal delos avances posteriores fue el individuo, y la interrelación de sus actividades con la vida total de la ciudad.
El plan para la expansión de Ámsterdam presuponía un crecimiento continuo de la ciudad. Y el proyecto para humanizar la ciudad iba unido a la creencia de que todos los aumentos de población quedarían incluidos en una expansión de los límites de la ciudad. No se proyectaron ciudades satélite. Unidades de 10.000 viviendas y unos 35.000 habitantes seguirían uniéndose a la ciudad existente mientras el crecimiento persistiese.
En el proceso constante de realización de este proyecto sólo podían tomarse en consideración las condiciones realmente vigentes y aquellas que los cálculos establecían como más probables en el futuro próximo. Todas las medidas adoptadas han quedadojustificadas por el curso posterior de los acontecimientos. La vida ha rellenado ydiversificado el plan original, al igual que un río ocupa y conforma su lecho.
Puede que el alcance del vehículo más popular en Holanda (la bicicleta) constituya la unidad de escala básica para este plan de expansión y, por tanto, podría resultarinapropiada para otros países. Incluso si esto fuese cierto, el valor de lo que se ha logradoen Ámsterdam permanece intacto. Son los métodos empleados en estos trabajos, y no suséxitos específicos, lo que es importante. Hay ciudades diez veces más grandes queÁmsterdam -como Londres y Nueva York- que aún van muy por detrás de ella en cuanto alos métodos urbanísticos. Todavía se sigue intentando restaurar los cuerpos enfermos deestas ciudades inmensas mediante operaciones aplicadas en subsectores aislados. Seescogen barrios degradados aquí y allá, se lleva a cabo el realojamiento, y el desorden existente en la ciudad en su conjunto simplemente aumenta. Las investigaciones y las estadísticas no son suficientes en si mismas; deben estar respaldadas por una visión, por un conocimiento general del curso de la evolución que las ciudades de hoy en día deben seguir.
El plan de Ámsterdam no implica intento alguno de eliminar barrios degradados en el centro de la ciudad, sino que establece una nueva ciudad en las afueras. Y la libertady flexibilidad del proyecto no están tan irremediablemente constreñidas por la ruecorridor o el sistema de calle en damero. La concepción del espacio tiempo- la basepara un urbanismo contemporáneo- puede apreciarse ya en el plan de expansión deÁmsterdam de 1934.
Rizomas
Gilles Deleuze y Félix Guattarihan propuesto otro concepto clave para pensar un mundo contemporáneo que ha devenido caótico: el rizoma, que también tiene una vertiente formal. El concepto de rizoma rechaza todas las interpretaciones estructuradas, ya sean duales o en forma de árbol, y plantea un sistema de pensamiento abierto. El rizoma surge de una mirada que acepta el caos de la realidad y que aspira a nuevas interpretaciones sin estructura jerárquica de orden. El rizoma es como el jengibre o la mandrágora, que crece debajo de la tierra y cuyas raíces se ramifican libremente; se extiende como la hiedra brota como las cañas mediterráneas; se desparrama como la lava de un volcán y se mueve como un grupo de ratas. Un rizoma puede romperse o interrumpirse en cualquier parte, pero siempre recomienza en una conexión que puede darse en cualquier punto. El rizoma no tiene ni principio ni fin, ni tampoco memoria.
De esta manera el rizoma se define por una serie de características: conexión y heterogeneidad, es decir, que cualquier punto del rizoma puede conectar con cualquier otro; multiplicidad, ya que está formado por líneas que establecen conexión; ruptura asignificante, ya que el rizoma, si se rompe, no se de reconstruirse. En definitiva, se trata de líneas de territorialización y de direcciones cambiantes, como el crecimiento de la mala hierba; un referente que no cesa de constituirse y de desaparecer; un proceso que no cesa de extenderse, interrumpirse y comenzar de nuevo. Según Deleuze y Guattari, Amsterdam sería la ciudad-rizoma. ¿Son rizomáticas algunas obras de Frank O. Gehry? ¿no es rizomática la estructura del terrorismo de Al Qaeda?
Hay muchos fenómenos rizomáticos, como, por ejemplo, el comercio callejero que se expande incontroladamente por calles y plazasde los centros histórico de ciudades como Ciudad de México, Lima, Quito o Caracas; y también el "top manta"que prolifera en las aceras de las ciudades del primer mundo adopta una forma rizomática: es nómada y no es estable; es un proceso, una estrategia; una distribución es orgánica, sin jerarquía; su esencia es temporal; se sirve de estructuras ligeras y toldos, que aparecen y desaparecen, se montan y se desmontan.
En los fractales subyacen unas estructuras internas que se repiten. En pliegue es un partí compositivo, sin nostalgia del pasado, todo gesto y violentación, que potencia los planos de contacto. Con los rizomas el grado de caos aumenta y cualquier referente geométrico se diluye.